La tienda más antigua del mundo que te protege de los rayos está en Barcelona

Desde 1860, la familia Torrente ha custodiado los cielos de la ciudad con sus pararrayos, un negocio único que ahora enfrenta el reto de la supervivencia generacional

José Miguel Cruz

Barcelona - Publicado el

4 min lectura

En el corazón de Barcelona, en el carrer del Marquès de Barberà, sobrevive un negocio que parece sacado de otra época, pero cuya función es más vital que nunca: la tienda de pararrayos de la familia Torrente. Fundada en 1860, ostenta el título de ser la tienda de pararrayos más antigua del mundo, un auténtico tesoro comercial y tecnológico que ha protegido a la ciudad durante más de 160 años. Este establecimiento no es solo un comercio, sino el legado de una familia que ha dedicado su vida a entender y dominar la fuerza de los rayos para garantizar la seguridad de edificios y personas.

Entrada de la tienda

Carles Torrente, uno de los actuales gerentes y propietarios junto a su hermano Jordi, ha compartido la fascinante historia del negocio en el programa "Herrera en COPE Cataluña". La tienda se fundó apenas un siglo después de que Benjamin Franklin inventara el pararrayos en 1752, lo que convierte a la familia Torrente en testigos y protagonistas de toda la evolución de esta tecnología. Desde los primeros sistemas hasta los más sofisticados, han sabido adaptarse, demostrando una increíble capacidad de resiliencia. "Cada generación ha utilizado diferentes tecnologías y se ha adaptado a diferentes normativas, ha evolucionado mucho, pero el objetivo final es protegernos", explica Carles.

A diferencia de lo que se podría pensar, el negocio no consiste en vender un producto y nada más. La clave de su longevidad ha sido ofrecer un servicio integral y personalizado. "Somos una empresa que ofrecemos servicios", afirma con orgullo Carles Torrente, destacando que su trabajo va desde el asesoramiento inicial hasta la instalación final. Esta filosofía les ha permitido diferenciarse y sobrevivir en un barrio que ha visto desaparecer a la mayoría de las industrias y comercios tradicionales.

Somos una empresa que ofrecemos servicios.

La tecnología detrás de un pararrayos ha cambiado drásticamente con los años. Como explica Torrente, un pararrayos tradicional tipo Franklin, básicamente una punta de metal, ofrece un cono de cobertura proporcional a su altura. Sin embargo, la innovación ha traído avances impensables. Durante los años 50 se instalaron pararrayos radiactivos, que usaban un isótopo para ampliar el radio de protección, pero fueron sustituidos por los actuales pararrayos electrónicos ionizantes. "Hoy hablamos de que las puntas de los pararrayos tienen entre cincuenta y cien metros de radio de acción, por lo que con un solo pararrayos podemos proteger fácilmente una nave industrial entera", detalla.

Antigua promoción de la tienda

La normativa que cambió el negocio

Un punto de inflexión para el sector llegó en 2006 con la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación. Antes de esa fecha, la instalación de pararrayos no era obligatoria, aunque sí muy común. "Desde el año 2006, para todo edificio nuevo, la reglamentación exige un cálculo para determinar si necesita o no protección contra el rayo, y a partir de ahí es obligatorio instalarlo si es el caso", aclara Carles Torrente. Esta normativa profesionalizó aún más el sector y subrayó la importancia de contar con expertos cualificados para garantizar una protección eficaz y segura.

Aunque la instalación pueda parecer sencilla, requiere un conocimiento profundo y especializado. No se trata solo de colocar un cable y una punta, sino de realizar cálculos precisos, conocer los materiales adecuados y, sobre todo, dominar la normativa vigente. Es un campo en constante cambio, donde la formación continua es fundamental para ofrecer las últimas innovaciones del mercado. "lo más importante es estar bien empapados de las normativas, las que ha habido y las que van saliendo, porque al final es lo que marca cómo se debe montar un pararrayos", subraya Carles.

lo más importante es estar bien empapados de las normativas

De Santa Maria del Mar al Camp Nou: protegiendo los emblemas de Barcelona

El listado de clientes de la familia Torrente es tan diverso como la propia ciudad de Barcelona. Sus pararrayos protegen desde comunidades de vecinos y naves industriales hasta auténticos iconos arquitectónicos y culturales. Han trabajado en edificios monumentales como la basílica de Santa Maria del Mar o la Casa Ponç i Pascual en Plaça Catalunya, además de observatorios y otras construcciones singulares. La protección de estos edificios históricos requiere un cuidado especial, no tanto por la normativa, que es la misma para todos, sino por la necesidad de no dañar el patrimonio al fijar los anclajes, demostrando la maestría y delicadeza de su trabajo.

El reto del relevo generacional

A pesar de su rica historia y su sólida posición en el mercado, la tienda se enfrenta a un desafío que amenaza a muchos oficios tradicionales: el relevo generacional. Carles Torrente expresa su preocupación por el futuro. "Supongo que todas las generaciones han tenido este conflicto", reflexiona, pero admite que hoy en día es más complicado. Las dificultades para que los jóvenes aprendan el oficio directamente en las instalaciones, debido a los riesgos y las regulaciones, complican la transmisión del conocimiento práctico que él y su hermano recibieron. El romanticismo de continuar con el negocio familiar choca con una realidad cada vez más compleja.

Con más de un siglo y medio de historia, la tienda de pararrayos de la familia Torrente no es solo un negocio; es una institución en Barcelona. Representa la combinación perfecta de tradición y vanguardia, un faro de conocimiento que ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder su esencia. Mientras sigan existiendo tormentas, su labor seguirá siendo indispensable, aferrándose a un futuro que depende tanto de la tecnología como de la pasión de una nueva generación dispuesta a tomar el testigo.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.