Rosario Belzunces, usuaria de perro guía: "Aprendí a confiar en mi perro después de un golpe"

Rosario Belzunces narra cómo estos animales le han devuelto la autonomía y la seguridad que había perdido por su discapacidad visual

Rosario Belzunces narra cómo estos animales le han devuelto la autonomía y la seguridad que había perdido por su discapacidad visual
00:00

Rosario Belzunces narra cómo estos animales le han devuelto la autonomía y la seguridad que había perdido por su discapacidad visual

José Miguel Cruz

Barcelona - Publicado el

5 min lectura7:36 min escucha

Para una persona con una discapacidad visual severa, un perro guía es mucho más que un animal de compañía; es una herramienta de autonomía, un compañero fiel y, en muchas ocasiones, un ángel guardián. Sin embargo, acceder a uno de estos animales no es un proceso inmediato. La lista de espera para obtener un perro guía en España puede alcanzar los tres años, un largo periodo que pone a prueba la paciencia y la resiliencia de los solicitantes. Este es el caso de Rosario Belzunces, una usuaria que ha compartido su experiencia y ha explicado cómo la vida le cambió radicalmente gracias a sus perros. Rosario no tiene ceguera total, pero su visión es muy limitada: "Tengo un poquito de visión, pero solo veo bultos", explica. Esta condición le genera una gran inseguridad, ya que las sombras pueden confundirse con obstáculos inexistentes, convirtiendo algo tan cotidiano como caminar por la calle en un desafío constante.

Es muy diferente ir con bastón que si vas con el perro guía"

Una unión perfecta que salva vidas

La conexión entre un usuario y su perro guía va más allá de un simple adiestramiento. Se forja un vínculo de confianza absoluta donde el animal se convierte en los ojos de la persona. Rosario relata una experiencia que vivió con su primera perra, Daira, una labradora negra, que ilustra perfectamente esta simbiosis. "Un día, la perra no quería girar. Yo le decía 'pero tira', y la perra que se negaba". Mientras su marido, que iba detrás, se reía, Rosario no entendía la situación. La insistencia de Daira fue providencial: le impidió chocar directamente contra una hormigonera de cemento que obstruía el paso. La perra detectó el peligro y se negó a avanzar, demostrando que su instinto y entrenamiento son una garantía de seguridad. "Ella va a dir que no, que no, que no, y yo que sí, que sí... pues tú vete tú", recuerda Rosario sobre la firmeza del animal que le evitó un grave accidente.

Los labradores son los perros más comunes para adiestrar

Los labradores son los perros más comunes para adiestrar

Estos perros están entrenados para tomar decisiones complejas en el entorno urbano. "No te has de preocupar de nada", afirma Rosario. Si una acera está completamente bloqueada por obras, el perro evalúa la situación y busca una ruta alternativa segura, para luego reincorporarse a la acera cuando el obstáculo ha sido superado. Esta capacidad de decisión es lo que proporciona una tranquilidad inmensa al usuario. Sin embargo, Belzunces matiza un aspecto importante en la interacción: "El perro no es un GPS". El usuario debe darle las indicaciones básicas de dirección, como "a la izquierda" o "a la derecha". Aunque, una vez que el perro ha recorrido un camino un par de veces, es capaz de memorizarlo y realizarlo de forma autónoma, facilitando enormemente los desplazamientos habituales.

El perro no es un GPS"

El largo camino hasta un nuevo guía

La vida laboral de un perro guía es limitada. A los nueve años, Daira tuvo que ser jubilada, y poco después, a los catorce, tuvieron que dormirla por problemas de salud. Para Rosario, una persona muy activa, quedarse sin su guía supuso un golpe anímico y funcional tremendo. "Acabé con un estado de nervios tremendo, yo veía cosas que no son", confiesa. La dependencia del bastón volvió a ser su realidad, con la inseguridad que ello conlleva. Fue entonces cuando inició el proceso para solicitar un segundo perro. La primera vez, la espera fue de dos años. Esta segunda vez, el proceso se alargó a tres años, ya que su solicitud era para un perro de una raza muy específica debido a una alergia.

El proceso de solicitud es riguroso y está diseñado para encontrar al usuario adecuado para cada perro, y no al revés. Rosario lo describe con detalle: tras sufrir varios accidentes, uno de ellos cayendo por las escaleras del metro, acudió a los servicios para afiliados de la organización. Allí se inicia el trámite, que incluye la entrega de una fotografía de cuerpo entero y unas medidas específicas. "Es para poder saber cómo te van a dar un perro", comenta. Una trabajadora social evalúa el perfil del solicitante, su estilo de vida y sus necesidades para asegurar que la asignación del animal sea un éxito. Una vez completado este análisis, solo queda esperar a que un perro de la escuela de adiestramiento esté listo para ser asignado.

Labradoodle: una raza especial y exclusiva

La larga espera de Rosario culminó con la llegada de Luigi, un Labradoodle, un cruce entre labrador y caniche ('poodle'). Esta raza es especialmente valorada por ser hipoalergénica, lo que la hace ideal para personas con alergias, como es su caso. La exclusividad de estos perros es notable: "De momento, si no me equivoco, hay nueve en toda España", precisa Rosario. En Barcelona, concretamente, solo hay dos, Luigi y Mora. Este cruce combina la inteligencia y la experiencia del labrador, la raza más usada para perros guía, con las propiedades del pelo del caniche. El resultado es un animal muy especial que requiere un proceso de cría y selección muy cuidadoso, lo que explica su escasez. De la camada de Luigi, que eran cuatro cachorros, solo él resultó ser apto para el trabajo de perro guía, lo que da una idea de la exigencia del programa.

La conexión con su nuevo perro fue instantánea y su presencia le ha devuelto la calma y la independencia. Rosario comparte una anécdota reciente que refleja el fuerte vínculo que ya les une. Mientras se preparaba para la entrevista, Luigi la esperaba pacientemente en el coche, atado con su cinturón de seguridad, sin dejar de mirarla. "No para de mirarme", comenta con cariño. Este simple gesto demuestra la atención constante y el lazo afectivo que define la relación entre un perro guía y su usuario, una alianza que, como ha demostrado la experiencia de Rosario, transforma y enriquece la vida de las personas con discapacidad visual de una manera extraordinaria.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.

Escucha en directo

En Directo COPE BARCELONA

COPE BARCELONA

Herrera en COPE

Herrera en COPE

Con Carlos Herrera

Lunes a viernes de 06:00h a 13:00h

Programas

Último boletín

05:00 H | 18 NOV 2025 | BOLETÍN

Boletines COPE
Tracking