Una pelea viral al ritmo de "All I want for Christmas is you" empaña el encendido de las luces de Navidad en Barcelona
Un vídeo viral muestra a cuatro mujeres enfrentándose físicamente entre la multitud que asistía al espectáculo de luces en el paseo de Gracia
Un vídeo que se ha viralizado en las últimas horas muestra cómo cuatro mujeres se enfrentan físicamente en el paseo de Gracia
Barcelona - Publicado el
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El esperado momento del encendido de luces de Navidad en Barcelona, celebrado el pasado sábado por la noche, se ha visto empañado por un sorprendente altercado. Un vídeo que se ha viralizado en las últimas horas muestra cómo cuatro mujeres se enfrentan físicamente en el paseo de Gracia, tirándose del pelo y cayendo al suelo ante la mirada de los asistentes.
Lo que ha impulsado la difusión del clip ha sido la irónica banda sonora escogida por quienes lo grabaron: la popular canción de Mariah Carey, All I Want for Christmas Is You. Esta elección ha añadido un toque cinematográfico a la confrontación, que ha sido ampliamente comentada en las redes.
Reacciones en redes sociales
En las redes, algunos usuarios han calificado la escena como “la batalla más navideña del año”. Los comentarios sobre el suceso van desde la crítica hasta el humor, con tuiteros que señalan la ironía del momento. “Si querían emoción, no podían escoger un escenario mejor”, comentaba un usuario.
Si querían emoción, no podían escoger un escenario mejor"
Un evento multitudinario
El incidente ha tenido lugar en un escenario festivo que ha congregado a miles de personas. El acto del encendido ha contado con un espectáculo multidisciplinar que incluía danza aérea, música coral y efectos luminosos. Según medios como La Ciutat y El Periódico, el evento ha atraído a 46.000 personas, por lo que la zona se encontraba muy concurrida.
Por el momento, no se ha confirmado si se ha interpuesto alguna denuncia respecto al altercado, ni se conocen los motivos que provocaron el enfrentamiento. La identidad de las personas involucradas tampoco ha sido revelada de forma oficial.
Una tarde que invita a quedarse
Desde primera hora de la tarde, el centro de Barcelona comenzó a llenarse lentamente. No era una multitud caótica, sino esa mezcla suave de gente que pasea sin prisa, familias que buscan buen sitio y parejas que simplemente se dejan llevar. La temperatura, más benévola que otros años, invitó a permanecer en la calle y alargar la espera.
En las terrazas se escuchaban comentarios nerviosos: “A ver si este año han cambiado el diseño”, “Dicen que habrá música en directo”, “Los niños están como locos por ver el árbol”. Barcelona es así: cualquier excusa vale para ocupar el espacio público y convertirlo en una celebración compartida.
El momento de la magia
Cuando por fin llegó la cuenta atrás, el murmullo se apagó. Ese silencio previo —breve pero emocionante— es uno de los instantes más mágicos del encendido. Y entonces, de golpe, un chispazo de luz recorrió el Paseo de Gràcia, la Gran Via, la Rambla, la Diagonal y un largo etcétera de calles que entraron, literalmente, en modo navideño.
Los móviles se levantaron como si fueran parte del decorado. Se escucharon aplausos, risas nerviosas y ese “ooooh” colectivo que no necesita traducción. Barcelona, por un instante, pareció sincronizar el latido.
Este año el diseño apostó por una mezcla de tonos cálidos y figuras geométricas que recuerdan a la artesanía tradicional catalana, pero reinterpretada en clave moderna. No faltaron los clásicos: estrellas, copos de nieve, cortinas de luz y el árbol gigante de plaza Catalunya, que volvió a convertirse en el punto más fotografiado de la noche.
Un encendido con mensaje
Más allá de la estética, el Ayuntamiento insistió en que el nuevo alumbrado busca ser más eficiente, reduciendo el consumo energético respecto a años anteriores sin renunciar al espectáculo visual. La apuesta por el LED es total, algo que ya es prácticamente un ritual técnico de cada Navidad barcelonesa.
También hubo espacio para pequeños actos culturales: música en directo, un coro infantil interpretando villancicos tradicionales y la sorpresa de una coreografía lumínica en el cielo gracias a drones que dibujaron figuras navideñas sobre la plaza.
Barcelona, lista para entrar en diciembre
Con el encendido, la ciudad empieza oficialmente un mes en el que lo cotidiano cambia de ritmo. Llegan los mercados de Santa Llúcia y Sagrada Família, las ferias gastronómicas, los primeros turrones que caen “por probar”, los encuentros improvisados, los atascos buenos (sí, esos que huelen a castañas) y las calles siempre cargadas de gente.
Este 22 de noviembre Barcelona no solo encendió sus luces: volvió a recordarse a sí misma que parte de su magia está en cómo vive lo colectivo. En cómo, de vez en cuando, se permite brillar sin modestia.
Y, visto lo visto, la Navidad de 2025 promete luz… y mucha.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.