A diferencia del dinero tradicional, estas criptomonedas no están apoyadas por los bancos centrales o por otras entidades públicas. Tampoco están reguladas ni controladas por ninguna otra institución y no requieren intermediarios en las transacciones.

Tampoco permite borrar o alterar los datos de sus registros y, una vez realizadas las transacciones, como comprar o vender las criptomonedas, no es posible cancelar la operación.

Las criptomonedas se almacenan en una especie de monedero digital. Lo que ocurre es que, si la plataforma de cambio deja de operar, si enviamos criptomonedas a la persona equivocada, si pierdes la contraseña de la cartera digital o te roban, por ejemplo, es probable que no haya nadie disponible para ayudarte a recuperar los fondos.

En definitiva, es una moneda muy poco trazable y, por tanto, es ideal para el crimen organizado. Por eso, cuando los hackers atacan piden a menudo el rescate en criptomonedas, o cuando los estafadores buscan engañar a un particular, a menudo lo hacen con estas monedas virtuales.

(ESCUCHA LA ENTREVISTA CON EL VICEPRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DE AFECTADOS POR LAS CRIPTOMONEDAS, FRANCISCO GIMÉNEZ)

¿CÓMO TE ESTAFAN?

Los estafadores se suelen hacer pasar por compañías reconocidas. Podrían decir que trabajan para Amazon, por ejemplo, y te envían un mensaje de texto o un correo electrónico comunicándote que se ha producido un fraude en tu cuenta, o que tu dinero está en riesgo. Para resolver el problema, debes comprar criptomonedas y enviarlas.

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También hay estafadores que publican puestos de trabajo falsos en sitios web de empleo, pero lo que ocurre es que estos supuestos trabajos solo se hacen realidad si pagas un cargo en criptomonedas, lo que siempre, pero siempre, es una estafa.

Estos estafadores te envían un cheque para que lo deposites en la cuenta bancaria, te dicen que retires una parte de ese dinero, que los utilices para comprar criptomonedas para un cliente inventado y que envíes, por último, las criptomonedas a la cuenta que ellos quieren. Sin embargo, la realidad es que, si lo haces, tu dinero desaparecerá.

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Incluso pueden llegar a crear perfiles falsos en las redes sociales o en las aplicaciones de citas. En este caso, lo que quieren es que utilices tu dinero para comprar criptomonedas y luego las transfieras a su cuenta con la excusa de ayudarte a multiplicar tu inversión.

Dado que otra de las características de estos activos digitales es el anonimato en los pagos, una vez realizada la operación es prácticamente imposible rastrear los fondos y recuperar el dinero.

¿QUÉ DEBEMOS TENER EN CUENTA PARA NO CAER VÍCTIMAS DE ESTA ESTAFA?

En el momento en que recibes una llamada de una empresa de criptomonedas, los Mossos d'Esquadra aconsejan contrastar la información de esa empresa. Consultar, por ejemplo, las opiniones de otros usuarios o mirar dónde está ubicada su sede social. Si está ubicada en un paraíso fiscal, es obvio que debemos desconfiar inmediatamente. Sea como sea, lo importante es hacerse una idea de la reputación de la empresa.

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Por otra parte, únicamente los estafadores exigen pagos con criptomonedas. Ningún negocio que opere legítimamente le exigirá que envíe criptomonedas por adelantado, ni para comprar algo, ni para proteger su dinero. Hay que tener en cuenta que esto siempre es una estafa.