La embajada sueca en España quiere cambiar el significado de la expresión "hacerse el sueco": "Mucho mejor este otro"

¿Os pica la curiosidad? Vamos a desgranar de qué va esto, cuál es el origen de la expresión y por qué los suecos están tan empeñados en darle una vuelta de tuerca.

¿qué significa “hacerse el sueco”? Seguro que todos hemos usado o escuchado esta frase alguna vez.

José Miguel Cruz

Barcelona - Publicado el

4 min lectura

La Embajada de Suecia en España ha lanzado una campaña que está dando mucho que hablar: quieren que dejemos de “hacernos el sueco” como lo entendemos ahora y le demos un nuevo significado a esta frase tan castiza. 

¿Os pica la curiosidad? Vamos a desgranar de qué va esto, cuál es el origen de la expresión y por qué los suecos están tan empeñados en darle una vuelta de tuerca. ¡Coged una taza de café (o un Fika, como dirían ellos) y seguid leyendo!

¿qué es hacerse el sueco?

Primero, ¿qué significa “hacerse el sueco”? Seguro que todos hemos usado o escuchado esta frase alguna vez. Según la Real Academia Española (RAE), “hacerse el sueco” es “desentenderse de algo, fingir que no se entiende o no se sabe para evitar responsabilidad o compromiso”. Vamos, lo que hacemos cuando vemos a alguien por la calle que no nos apetece saludar y miramos el móvil con cara de “uy, qué mensaje tan importante”. O cuando en una reunión alguien pregunta quién se encarga de esa tarea pendiente y todos miramos al techo. Esa actitud de “no va conmigo” es el corazón de la expresión.

¿cual es su origen?

Pero, ¿de dónde viene esta frase? Aquí hay un poco de debate. La teoría más aceptada, respaldada por el lexicógrafo José María Iribarren en su libro El porqué de los dichos, apunta a que no tiene nada que ver con los suecos de Suecia, sino con el latín

La palabra “sueco” vendría de soccus, un tipo de pantufla que usaban los cómicos en el teatro romano para parecer torpes o despistados, en contraste con el coturno de los actores de tragedias. De soccus derivan palabras como “zueco” o “zoquete”, esta última usada para describir a alguien un poco lento de entendederas. 

“hacerse el sueco” sería como “hacerse el tonto”

Así, “hacerse el sueco” sería como “hacerse el tonto”. Sin embargo, otra hipótesis más popular (aunque menos sólida) dice que la expresión nació por los marineros suecos que llegaban a los puertos españoles y, al no entender el idioma, parecían ignorar lo que se les decía. Sea como sea, la frase lleva siglos en nuestro idioma, y los suecos, aunque no tengan la culpa, han quedado como los “despistados” oficiales del refranero español.

A LOS SUECOS NOS LES HACE MUCHA GRACIA

Y aquí entra en juego la Embajada de Suecia, que ha dicho: “¡Basta ya de asociarnos con escurrir el bulto!”. Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio) y el Día de Suecia (6 de junio), han lanzado la campaña “Hazte el sueco. De verdad”, una iniciativa súper original para resignificar la expresión. 

El embajador, Per-Arne Hjelmborn, ha enviado un mensaje claro: quieren que “hacerse el sueco” deje de ser sinónimo de indiferencia y pase a significar compromiso, responsabilidad y, sobre todo, cuidado del planeta. 

El nuevo significado que proponen es que “hacerse el sueco” sea un reconocimiento a quienes actúan con conciencia ecológica. Imaginaos la escena: alguien tira un envase al contenedor de reciclaje, cierra el grifo mientras se cepilla los dientes o coge el bus en vez del coche, y todos decimos: “¡Mira cómo se hace el sueco!”

La idea es vincular la expresión a los valores que definen a Suecia, un país reconocido mundialmente por su liderazgo en sostenibilidad, igualdad e innovación. Como dice Hjelmborn: “¿No sería precioso que esta frase pasara a significar lo contrario? Que represente a quienes trabajan con creatividad y ambición para cuidar el planeta”.

¿por qué los suecos quieren cambiarlo?

¿Por qué esta campaña? Los suecos sienten un orgullo enorme por formar parte del diccionario español, pero no les hace gracia que su nombre se asocie con la idea de “mirar para otro lado”.

 Además, quieren aprovechar la buena relación entre España y Suecia (¡uno de cada cinco suecos visita España cada año!) para fomentar la colaboración en temas como la lucha contra el cambio climático. La campaña, apoyada por empresas suecas como IKEA, Volvo o Ericsson, incluye acciones como jornadas de plogging (recoger basura mientras haces deporte) o el mercadillo de ropa usada Re-dress, que tendrá lugar el 14 de junio en la Embajada. Todo con un tono fresco, cercano y hasta con un puntito de humor, porque, como dicen, adoran la “gracia de la eñe” y el idioma de Cervantes.

El embajador ha pedido ayuda a la RAE, a la Fundéu y a todos los españoles para que este cambio cale. ¿Lo conseguiremos? Desde luego, la propuesta no deja indiferente. Así que, la próxima vez que alguien recicle o apague la luz al salir, ya sabéis: ¡a gritar “se está haciendo el sueco” con orgullo! ¿Qué os parece la idea? ¿Os animáis a haceros el sueco… de verdad?