Volcanes, motos y aspersores

El Barça y el Inter se vieron las caras en unas semifinales de Champions hace quince años. Abril del 2010. Cómo olvidarlo. Pasaron tantas cosas. El Barça de Guardiola defendía el título conquistado en Roma. Y volvería a ganarlo la temporada siguiente en Wembley. Pero ese año el Inter de Mourinho evitó que los culés optaran a levantar una Champions en el Bernabéu. Para disputar el partido de ida el equipo tuvo que viajar a Milán en autobús por culpa de un volcán islandés en erupción que colapsó el espacio aéreo. Los chicos de Guardiola tuvieron que recorren 1.600 kilómetros por carretera, 24 horas en dos etapas, hasta llegar al Giuseppe Meazza. Por si fuera poco allí les esperaba el árbitro portugués Olegario Benquerença que concedió un gol en fuera de juego a Diego Milito y no señaló dos claros penaltis a Alves y Piqué. 3-1. Para la vuelta se generó un ambiente de remontada a lo Real Madrid. Guardiola concentró al equipo en el Hotel Florida, junto al Tibidabo. Centenares de motos acompañaron al autobús de los jugadores hasta el Camp Nou. El clima de sobreexcitación no vino bien. El Inter se quedó con diez por expulsión de Thiago Motta a la media hora. Mourinho plantó su autobús de dos pisos con Eto’o defendiendo en el lateral. El gol de Piqué tardó en llegar y el segundo de Bojan llegó a tiempo pero fue injustamente anulado. 1-0 y final. Mourinho saltó al césped a celebrarlo enloquecido y se encendieron los aspersores. Imagen para la historia.

El último cruce es de hace dos temporadas, con Xavi en el banquillo, Octubre del 2022, fase de grupos. En Milán otra vez polémica arbitral. Aquellas manazas de Dumfries en el área que el árbitro no pitó, en cambio sí castigó unas manitas de Ansu previas a un gol de Pedri. 1-0. Días más tarde empate a tres en el Camp Nou, en una imponente actuación del bloque de Simone Inzhagui que mereció ganar. La noche en que Piqué pensó… hasta aquí hemos llegado. El Barça caería en fase de grupos y el Inter en la final ante el City de Guardiola.

Ahora vuelven a verse las caras en semifinales. Los italianos con una media de edad de casi 30 años, más rodados en Europa, han encajado cinco goles en toda la competición. Los blaugrana con una media de edad de 23 años, se quieren comer el mundo, llevan 37 tantos en el torneo. Munich espera, será duro y apasionante.