El Barça llega al clásico con dudas

El Barça llega al primer clásico de la temporada con dudas de diversa índole. Está el equipo lejos de la versión exuberante que exhibió en la segunda mitad de la temporada pasada. No se encuentra. No logra ajustar aquella presión que impedía a los centrocampistas rivales poner balones a la espalda de la defensa. Y cuando lo lograban la línea comandada por Iñigo Martínez funcionó como un reloj. El mecanismo se ha desajustado y el Barça viene de sufrir mucho contra el Sevilla, contra el Girona y también durante un buen tramo de partido frente a Olympiakos. El Sevilla te acaba goleando, el Girona perdonó y acabó sucumbiendo en el último minuto y frente a los griegos la injusta expulsión de Hezze decantó la balanza. Hay temor a lo que le pueda hacer Mbappé a esa defensa en línea si no se pone remedio a eso. En el clásico de la temporada pasada el francés cayó en la trampa una y otra vez pero como el mecanismo falle, esta vez se puede poner las botas.   

Quitando a Pedri y quizá a Eric ninguno de los jugadore azulgrana está ahora mismo en su mejor versión. Tampoco Yamal, que arranca con fuerza pero se diluye enseguida. El nivel de energía ha bajado. Hay muchos lesionados importantes y gente que regresa tras lesión que no estará al 100%. Son baja Lewandowski, Olmo, Joan García, Gavi, Ter Stegen y tampoco llega Raphinha. Ferran sí, pero veremos para cuánto está. De Jong y Christensen han estado esta semana con indisposición y Kounde arrastra alguna molestia. Todo eso condiciona el once. Además Flick no podrá sentarse en el banquillo a no ser que el TAD nos sorprenda.

Y después está la estadística. El Barça viene de ganar los cuatro clásicos de la temporada pasada: el de liga del Bernabéu 0-4, la final de la Supercopa en Arabia 5-2, la final de Copa 3-2 en la prórroga y el de liga de Montjuic 4-3 para sentenciar el campeonato. No puede el Barça estar ganándole al Madrid constantemente todos los clásicos, así que cada partido que pasa está más cerca de llegar una victoria blanca. Dicho todo esto el Barça de Flick es perfectamente capaz de volver a asaltar el domingo el Bernabéu. Si algo ha quedado claro a estas alturas es que el miedo escénico que achanta a tantos equipos no funciona con el Barça. El domingo lo vemos.