El Puerto de Barcelona intensificará los trabajos con las compañías de cruceros para retomar la actividad en las próximas semanas, después de que el Procicat haya dado luz verde al Plan Sectorial para la actividad de cruceros en los Puertos de Cataluña.

A pesar de la aprobación de los protocolos sanitarios, el Puerto de Barcelona considera que todavía es "pronto" para fijar una fecha concreta de inicio de actividad, ya que los cruceros necesitan algunas semanas de anticipación para reposicionar los barcos a los puertos de inicio del recorrido y preparar las instalaciones y la tripulación.

De momento, sólo se podrían hacer cruceros de cabotaje, ya que aún falta la autorización del gobierno central para poder operar cruceros internacionales desde el Puerto de Barcelona.

"Después de meses de espera, consideramos la aprobación de los protocolos sanitarios por parte del Procicat una excelente noticia tanto para la industria de cruceros como para la ciudad de Barcelona y para Cataluña", ha asegurado la presidenta del Puerto de Barcelona, ​​Mercè Conesa.

La presidenta de la entidad ha recordado que la situación económica de muchas familias del país es "realmente delicada" y aseguró que la reactivación progresiva de los diferentes sectores económicos es "clave" para recuperar los puestos de trabajo perdidos.

El sector de los cruceros da trabajo directo a más de 9.000 personas en Barcelona. La facturación anual es de 1.083 millones de euros en Cataluña y su contribución al PIB es de 562 millones.

"Llevamos meses trabajando con las navieras para poder ofrecer a la ciudadanía una vuelta de los cruceros con garantías, cumpliendo estrictos protocolos sanitarios diseñados por profesionales internacionales especializados", agregó Conesa. Los protocolos están pensados ​​para garantizar la seguridad de los pasajeros y las tripulaciones, pero también pretenden "proteger de manera efectiva" los ciudadanos de los destinos.

El parón de los cruceros desde el inicio del estado de alarma ha permitido evaluar las externalidades de esta actividad en las ciudades de destino y trabajar para su minimización, así como para conseguir un turismo de cruceros más sostenible, tanto en el ámbito medioambiental, como económico y social.