Este 2020 acaba la primera edició del Pla de Barris impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona, que tenía como objetivo reducir la desigualdad social en la ciudad. Para ello, en 2017 se trazó un plan que contaba con 150 millones de euros y que tenía como objetivo mitigar los efectos de la gentrificación, ese movimiento económico que expulsa a los vecinos de barrios no céntricos debido al encarecimiento de la vivienda y el comercio. El Pla de Barris 2017-2020, en fase de cierre, ha desplegado más de 600 acciones, de las cuales 68% inciden en la educación y los derechos sociales. Se han ejecutado 73 obras de las cuales 11 son mejoras de centros educativos, 49 impactan directamente en mejoras del espacio público y 13 son mejoras o construcciones de nuevos equipamientos comunitarios. El balance ha sido positivo y el concejal de presidencia, presupusestos y Pla de Barris, Jordi Martí, ha presentado hoy el nuevo proyecto, con fecha de inicio en 2021.

Se prevé que las acciones económicas estén en marcha durante cuatro años, hasta 2024, y el presupuesto será el mismo, 150 millones de euros. Se incorporan 7 barrios más a las zonas ya incluídas, por lo que el total de barrios asciende a 23. Se trata de las zonas de Verdum, Can Peguera, Turó de la Peira i La Prosperitat (Nou Barris), El Carmel i Can Baró (Horta-Guinardó), Poblesec (Sants-Montjuïc). Se impulsarán programas en los ámbitos donde la desigualdad se hace notar más, como en la educación, salud, vivienda, ocupación, calidad del espacio público y, en este contexto de pandemia, el acceso a las tecnologías para hacer posible el teletrabajo, el acceso a la eduación o la gestión de trámites.