La disyuntiva a la que se enfrentan miles de personas: visitar o no a sus familiares en residencias
La Junta ha acatado el auto del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, que deja sin efecto el cierre temporal de estos centros al exterior

La disyuntiva a la que se enfrentan miles de personas: visitar, o no, a sus familiares en residencias
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
La Junta de Castilla y León ha acatado el auto del Tribunal Superior de Justicia y ha reactivado desde este martes las visitas a centros residenciales de la Comunidad.
Miles de personas se enfrentan desde hace meses a la siguiente disyuntiva: visitar o no a sus familiares en residencias de mayores. Donde, desde el inicio de la pandemia y según los datos ofrecidos por el Gobierno autonómico, han fallecido hasta la fecha 1.984 residentes con COVID-19 confirmado —18 más que el lunes, 9 de noviembre— y 1.105 con síntomas compatibles.
De fondo, el temor a introducir el virus en uno de los entornos más vulnerables. Jorge lleva "casi tres meses" sin ver a su padre, de 94 años de edad. "Aunque me duela", confiesa a COPE, "creo que es lo mejor para él". Discrepa con la decisión del Alto Tribunal. "Me parece fatal", sentencia. "Hay que cuidar a nuestros mayores lo máximo posible", añade.
Los encuentros con su padre desde la irrupción del nuevo coronavirus son a través de videollamada. Desconoce qué decidirá su hermano. Aunque él no descarta acabar cediendo. "Si entra todo el mundo", explica, "es igual que tú vayas o no vayas". Le preocupa también lo que pueda pensar su padre si "no vamos nosotros", mientras otros compañeros de residencia sí reciben visitas.
Julio ya no puede salir a pasear con su madre, de 92 años, agarrada del brazo. La dirección del centro decidió suspender las salidas al exterior de sus residentes, fueran solos o acompañados.
El tiempo que puede estar con ella conversan a través de una mascarilla y sentados en torno a una mesa que los separa entre dos y tres metros, lo que dificulta la comunicación. Antes de entrar a la residencia, para lo que debe concertar cita previa, pasa sus zapatos por un cubo con una solución de lejía y desinfecta sus manos. El protocolo le da garantías: "si se da continuidad a las medidas de seguridad, no tendría que haber problema en continuar con las visitas".
"Imprescindibles", según el sector
Desde el inicio de la segunda ola de la pandemia la Junta ha reconocido más de una treintena de brotes declarados en residencias de mayores de Castilla y León, donde viven más de 40.000 personas. La asociación que agrupa a centros privados y concertados, Acalerte, asegura que el "principal" puerto de entrada del virus no son las familias de los residentes. Sino los trabajadores, donde "tenemos que tener más cuidado".
Según Diego Juez, presidente de Acalerte, las visitas son "imprescindibles". Sobre todo, para beneficio del estado emocional de las personas mayores que llevan meses viviendo, prácticamente, en un 'búnker'. A su juicio, mantener el contacto, aunque sea respetando una distancia de seguridad, es "necesario" tanto para los residentes como para sus familiares y amigos.