El Parlamento autonómico ha dado ya luz verde a la la eliminación casi en la práctica del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, para familiares directos, cónyuges, ascendentes o descendientes y miembros de uniones de hecho con convivencia estable de al menos dos años. El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha dejado claro que esto será “positivo y más ajustado” a la realidad de la Castilla y León.

“Lo que está en juego, es el futuro de muchos jóvenes, la continuidad y la modernización de las actividades productivas y también y no por ello menos importante, la creación y el mantenimiento del empleo”, defendía el presidente Fernández Mañueco en el hemiciclo.

El líder del Ejecutivo Autonómico anunció además más bajadas de impuestos, pero la oposición socialista no apoyó su discurso, por considerar que está basado “en la mentira y que todo son cuentos”. Rosa Rubio, procuradora del PSOE, defendió que con esta medida, solo ganan “los más ricos”.

“Esta modificación, solo beneficia a quien más tiene, a los ricos de esta Comunidad. Es una modificación injusta y elitista que está basada en mentiras y cuentos”.

“Hoy es un día histórico para Castilla y León porque el injusto impuesto de sucesiones y donaciones pasará a la historia”. “Hoy por tercera vez, se vence al sanchismo y a lo peor de él”, afirmó Raúl de la Hoz, portavoz del grupo parlamentario popular.

La aprobación de este proyecto de ley estaba prevista hace un año, pero la pandemia le ha retrasado hasta hoy.