Un campo de amapolas está causando sensación en Valladolid. Acapara las miradas de los transeúntes que, incluso, llegan a detener sus vehículos para tomarse una fotografía junto a esta inesperada explosión de color rojizo en plena meseta castellana.

La fotogénica estampa ha florecido en una parcela ubicada junta a una rotonda que une la Autovía de Castilla (A-62) con las calles Ramón y Cajal y Manuel Jiménez-Alfaro y que sirve de nexo entre el vallisoletano barrio de Parquesol y el municipio de Arroyo de la Encomienda.

Para acceder es necesario tomar la vía de servicio anterior a la desviación hacia Tordesillas.

Gracias a las lluvias tardías

Pero, ¿a qué se debe esta explosión de color rojizo? En COPE hemos preguntado a Pilar Bedoya, bióloga y coordinadora del Jardín Botánico de Arroyo de la Encomienda.

A su paso por Herrera en COPE Valladolid esta bióloga ha explicado que la floración de la amapola se produce en circunstancias normales "a principios de primavera". "Cuando las temperaturas", añade, "no son muy elevadas". Sin embargo, el episodio de "calor anómalo" vivido en los primeros meses de la primavera de 2023 "ha hecho que haya desaparecido". Y es que "la amapola", puntualiza, "soporta poco el calor".

De ahí esta floración tardía, motivada por las lluvias de finales de mayo y principios del mes de junio. Esas lluvias "han favorecido la germinación" de las "múltiples semillas" de la amapola —una planta que puede hibernar durante nueve o 10 años— para sorpresa de los transeúntes.