Las algas podrían calentar tu casa en 2050
Investigadores de la Universidad de Valladolid trabajan en una solución que sustituya al gas fósil en nuestros hogares
Valladolid - Publicado el
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Aún quedan 25 años , pero el objetivo de la Unión Europea es más que ambicioso, neutralidad climática en 2050 y en ello se afanan instituciones que están implantando en las ciudades las zonas de bajas emisiones. Las empresas también orientan sus planes para reducir su huella de carbono, los constructores hacen edificios más sostenibles y en las Universidades como la de Valladolid, se investiga, en especial, con las algas, con el objetivo de conseguir reducir sustancialmente las emisiones de CO2.
“Nuestro alcance es limitado, no pretendemos reducir las emisiones a ese nivel, queremos demostrar a modo de prueba de concepto que una tecnología basada en la fotosíntesis algal puede descarbonizar la economía y generar combustibles alternativos a los fósiles, a un precio competitivo”, cuenta Raúl Muñoz, investigador en la Universidad de Valladolid, explicando que no pretenden tener el mismo alcance que estudios más avanzados o con más presupuesto.
el proceso
El proceso, explica Raúl, se basa en que las microalgas capturan el CO2 con ayuda de la luz y de nutrientes residuales. Con ese Dióxido de Carbono, proveniente de la actividad industrial, por ejemplo, se captura en forma de microalgas. Una vez capturado, ellos cosechan las algas y se lleva a un proceso que lo transforma en metano renovable, purificándolo para ser inyectado en redes de gas natural.
En cuanto al combustible líquido, se obtiene a través de la biomasa de algas que contienen CO2, mediante un proceso hidrotermal dónde se produce ese combustible. Todo ello con procesos y productos naturales.
El fin de todo esto es sustituir al gas natural de los hogares, descarbonizar procesos industriales o sustituir los combustibles fósiles que compramos actualmente a la Unión Europea, Estados Unidos, Rusia o Emiratos Árabes, lo que permitiría a España una autonomía total en ese sentido.
“Ahora mismo, tecnologías existen, pero de lo que se trata es de optimizar los procesos, intensificarlos y hacerlos económicamente viables”. Además, cree que para 2050, el año límite acordado, las microalgas van a contribuir una parte, pero hay que buscar otro tipo de soluciones alternativas, como podrían ser el biometano procedente de residuos ganaderos o de residuos urbanos.