Son tiempos convulsos y nos enfrentamos a grandes desafíos. La pandemia ha dejado al descubierto la fragilidad. Para afrontar esta difícil situación son necesarias la unidad y la concordia. Así lo ha expresado en su Homilía el Cardenal Arzobispo de Valladolid, Don Ricardo Blázquez, quien hoy ha presidido en la Catedral de la ciudad la Eucaristía en honor a la patrona, la Virgen de San Lorenzo.
En su aolución ante una seo limitada al 75 por ciento por las restricciones sanitarias ha significado: “nos causa tristeza y malestar e introduce desánimo el ver que no estamos unidos como sociedad y como pueblo para afrontar los desafios de una inmensa trascedencia que todos tenemos planteados”. Por ello ha apelado una vez más a la unidad. “La unidad fortalece, la división debilita”, ha sentenciado.
“Desde hace tiempo padecemos pruebas y riesgos con la pandemia que, parecer que cede, pero no cesa”, explica, para añadir: “es como una especie de sombra peligrosa con la que vamos siendo acompañados” .Por ello, conmina a todos a mirar la figura de María como una imagen de esperanza.
“Con la protección de Santa María, que es concierto de concordia y madre de misericordia, acudimos a su poder”, señala. Ella “quita discordia y da remedio a nuestros males”.