El Aeródromo industrial y Tecnológico de Garray ha sido testigo del acto de ‘Bienvenida del Ejército del Aire’ que ha organizado la Diputación provincial, en el marco del protocolo de colaboración que se ha firmado recientemente, entre la Institución Provincial y el Ejército del Aire para el crecimiento y desarrollo del ATI.

El evento ha contado con la presencia del Consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones quien ha destacado la colaboración con el Ejército del Aire que resulta "capital" para el relanzamiento del proyecto del Aeroparque industrial y tecnológico de Garray.

Quiñones ha destacado el compromiso del gobierno regional con el ATI como muestra la invesión de 4,5 millones a través del SOMACYL para ampliar la pista de aterrizaje hasta los 2.096 metros de largo y 45 metros de ancho que permitirá cambiar de categoría al aeródromo y que supone la primera de las fases. El consejero ha recordado que la siguiente fase permitirá avanzar hasta los 3.000 metros de largo.

Un proyecto ligado estrechamente al parque empresarial del medio ambiente (PEMA), según ha destacado Suárez Quiñones quien ha subrayado la recuperación de las cúpulas de la energía que están ya en redacción del proyecto y que supondrán inversiones también por encima de los 4 millones de euros.

Por parte del Ejército del Aire, han acudido a Soria, el Jefe de Mando de Apoyo Logístico, Ignacio Bengoechea, el Teniente General, Pedro Bernal Gutierrez, el Coronel del Ala 31, Domínguez García y el Comandante Gonzalo Gabriel.

Bengoechea ha destacado el "firme compromiso" del ejército en participar en el proyecto del ATI a través del centro de formación y del museo, además de los aviones que seguirán llegando a Soria así como instructores y personal formado en aeronaútica. Un compromiso que esperan se traduzca en "creación de empleo en Garray, Soria y en toda la provincia".

Tras la llegada de los Mandos superiores del Ejército del Aire, han aterrizado los dos últimos C-130 Hércules. Sobre las 11:15 horas lo ha hecho el número siete, una aeronave de 1978 y a las 11:30 horas el número uno, el Hércules más moderno que comenzó a volar en 1988 y culminó con más de 13.000 horas de vuelo.

Se completa así la llegada de los cuatro aviones C-130 Hércules que estarán en el Aeródromo de Garray hasta que se produzca la transferencia de titularidad, después de 47 años de servicio en el Ejército del Aire, a la compañía estadounidense Blue Aerospace, que los adquirió para extraer repuestos.

El Ala 31 de los C-130 Hércules, conocidos también con el apelativo de Dumbo o los Gigantes de los Cielos, han llevado a bordo a más de un millón de pasajeros y casi 142 millones de cargas. Han reabastecido en vuelo a millones de litros de combustible de aviones de caza y a lo largo de la historia han participado en todo tipo de misiones como ayuda humanitaria; apoyo en catástrofes naturales; repatriaciones; misiones de sostenimiento o contra el terrorismo islámico, hasta la distribución de material higiénico y sanitario para combatir la pandemia generada por la enfermedad Covid-19.

En definitiva, los Dumbos han prestado un eficaz servicio a la sociedad, gracias, sobre todo, a los hombres y mujeres del Ala 31, que han mantenido en perfecto estado y operado con total seguridad los Hércules de los que hoy se despiden.

María José Jiménez, vicepresidenta segunda y alcaldesa de Garray ha sido la responsable de abrir el acto institucional. Durante su discurso ha hecho un especial hincapié en la historia del Aeródromo de Garray, destacando que fue en el año 2002 cuando su padre, alcalde de Garray, Ricardo Jiménez, el presidente de la Diputación Efrén Martínez, y el ministro Jesús Posada, decidieron crear el Aeródromo de Garray, cuyos terrenos cedió el ayuntamiento.

Benito Serrano, presidente de la Diputación de Soria ha destacado que la provincia merece tener futuro y con el aterrizaje de estos aviones también, han aterrizado ilusiones y esperanzas.

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“Ilusión por despegar y ganar el futuro surcando los cielos sin barreras ni limitaciones y esperanza por revertir la grave situación por la que pasa esta tierra y ganar un futuro para nuestras próximas generaciones”.

Ignacio Bengoechea Marín, Teniente Jefe de Mando Logística del Ejército del Aire, ha apelado al sentimiento agridulce de este acto. “Por un lado, es un homenaje a todos los hombres y mujeres que han participado en la historia de los Hércules, en especial a los 5 tripulantes del ala 31 fallecidos en el trágico accidente de la isla de Gran Canaria, el 28 de mayo de 1980, a causa de las malas condiciones climatológicas. Por otro lado, estamos orgullosos de la leyenda que han creado nuestros aviones y del nuevo camino que hoy comienzan. Parte de nuestro corazón permanecerá siempre en los Dumbos”.