El gobierno finalmente prorrogará los cuatro contratos de investigación del centro de los alimentos. Cierra así la polémica de las últimas semanas por la posible rescisión de los contratos que ponía en peligro la labor investigadora y la continuidad del centro. Hoy lo anunciaba el subdelegado del gobierno en Soria, Miguel Latorre, a la par que los parlamentarios del PP solicitaban que se mantuviera la actividad. El diputado popular Tomás Cabezón ha insistido en la necesidad de cambiar "de una vez por todas" el modelo de financiación de los investigadores y trabajadores de este centro para evitar situaciones como las vividas estas últimas semanas. Cabezón ha propuesto que se modifique el modelo para poder acceder a fondos europeos que aseguren la estabilidad de las investigaciones que se llevan a cabo en el centro.

Por su parte la senadora Laura Prieto ha recordado a los socialistas el reciente anuncio del presidente en funciones, Pedro Sánchez, de descentralizar ministerios y apoyar al sector de la agroalimentación para luchar contra la despoblación.

El subdelegado del Gobierno ha garantizando que en este periodo hasta la finalización de los proyectos en diciembre de 2020  se trabajará para impulsar la labor del centro de cara al futuro y se buscará además la implicación de la Junta.

El subdelegado ha agradecido el trabajo del diputado socialista Javier Antón para frenar la rescisión de los contratos y también la sensibilidad del INIA que finalmente mantiene la actividad de momento hasta diciembre de 2020.

El subdelegado se ha referido también al centro de referencia estatal cuya apertura se prevé antes de que acabe este año o comienzos de 2020. Asegura que ya hay dos funcionarios de este centro trabajando en la subdelegación del gobierno a falta de ultimar los flecos que quedan de personal y subcontratas necesarias para abrir el centro con internos

Miguel Latorre admite que la falta de presupuestos puede afectar a algunos de los proyectos sorianos especialmente en el área de infraestructuras como es el caso de la renovación de la línea ferrovaria Soria-Castejón.También afecta a algunos de los tramos sorianos de la autovía del Duero por no hablar de los tramos vallisoletanos que van mucho más retrasados en tramitaciones como la redacción del proyectos o las declaraciones de impacto ambiental.