Nuestra provincia se vacía cada año, los pueblos parece que han quedado para el verano y durante el año resisten unos pocos.

Estamos dentro de la España Vaciada, desde hace más de 50 años se marchan más de los que se quedan. Un caso, el padrón actual en Candelario es de 905 habitantes, pero la cifra real baja hasta los 700 vecinos. Su alcalde es Pablo Hernández explica para Cope Salamanca que una de las soluciones puede ser la descentralización de los servicios.

Hace 50 años tenía más de 1500 habitantes y hace un siglo superaba los 2000. Las claves para revertir la situación, según los expertos, son: la llegada de migrantes, para aumentar la natalidad y la implementación real del teletrabajo.

"TRES ESPAÑAS DESPOBLADAS"

Así, las 23 provincias de la España despoblada se han dividido en tres grupos, uno primero en el que se engloba la España despoblada que decrece y es el núcleo duro de la despoblación. Lo forman Ávila, Cuenca, León, Zamora, Salamanca, Lugo, Ourense, Segovia, Palencia, Soria y Teruel.

Cuenta con los peores registros demográficos, ya que ha perdido más población que los demás, tiene menos densidad de habitantes por kilómetro cuadrado, una población más envejecida y un efecto añadido como es una "muy fuerte destrucción de empleo". Estas provincias han seguido perdiendo población en el siglo XXI con dos excepciones, Salamanca y Segovia.

El segundo grupo, la "España despoblada que se estanca", lo integran las provincias más pobladas, que, si bien sufrieron importantes procesos migratorios, no han perdido tantos empleos y mantienen una buena base de población joven: Albacete, Ciudad Real, Badajoz, Cáceres, Córdoba y Jaén.

El tercer grupo, formado por Guadalajara, Burgos, Huesca, La Rioja, Valladolid y Zaragoza, es la "España despoblada que remonta". Se sitúa en una posición intermedia en cuanto a indicadores demográficos, con escasa densidad de población y problemas de envejecimiento, pero presenta los mejores registros económicos.