Una proteína abre una nueva vía para tratar el cáncer de pulmón
Una investigación del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca revela cómo la pérdida de esta molécula, que actúa como barrera, crea una nueva vulnerabilidad
Segovia - Publicado el - Actualizado
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Un equipo de científicos del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca ha descubierto una nueva vulnerabilidad en el cáncer de pulmón que abre la puerta a futuras terapias personalizadas. La investigación, liderada por el doctor Matthias Drosten, demuestra que la proteína 'Capicúa' actúa como un freno natural para la formación de tumores pulmonares, y su pérdida, aunque potencia el cáncer, también lo hace vulnerable a nuevos tratamientos.
Una barrera natural contra los tumores
Según explica el doctor Drosten, cada célula del pulmón posee esta proteína que la protege contra el desarrollo del cáncer. Cuando un tumor se forma, busca maneras de superar esta barrera, y uno de esos mecanismos es la pérdida de la proteína 'Capicúa'. Sin ella, a las células les "es mucho más fácil desarrollar un cáncer de pulmón".
Esta pérdida no solo facilita el crecimiento del tumor, sino que también contribuye directamente a la resistencia a ciertos tratamientos ya existentes. En concreto, a las terapias dirigidas contra la mutación en el gen KRAS, que es una de las causas directas de este tipo de cáncer.
Sin embargo, esta misma pérdida convierte a las células tumorales en más vulnerables a otros fármacos, lo que abre nuevas vías terapéuticas. El equipo de Drosten ya prueba nuevas combinaciones farmacológicas en modelos de ratón con el objetivo final de "superar esta resistencia" y poder llevar estos descubrimientos a los pacientes en el futuro.
La curación total no lo creo, pero lo que sí que se puede alcanzar algún día es controlarlo"
Doctor del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca
Hacia una enfermedad crónica
El investigador se muestra cauto pero optimista sobre el futuro. Aunque no cree en una "curación total", sí confía en que el cáncer pueda llegar a ser una enfermedad crónica. "La curación total no lo creo, pero lo que sí que se puede alcanzar algún día es controlarlo", afirma Drosten, quien visualiza un futuro donde se pueda adaptar el tratamiento para alargar y mejorar la vida del paciente.
La investigación actual se enfoca en encontrar tratamientos menos agresivos y con menos efectos secundarios para garantizar una buena calidad de vida. "Estoy convencido de que cada vez se encontrarán tratamientos menos agresivos que dejen a las personas con una calidad de vida muy buena", subraya el doctor, quien también destaca el papel revolucionario que ha tenido la inmunoterapia, aunque aún queda por entender qué pacientes pueden beneficiarse más de ella.
Con más financiación podríamos avanzar mucho más rápido"
Doctor del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca
Retos: tiempo y financiación
Pese a lo prometedor del hallazgo, el camino para que estos avances lleguen a los enfermos es todavía "muy largo". El propio Drosten admite que pasarán "algunos años" antes de que los pacientes puedan beneficiarse. No obstante, recalca que se trata de un primer paso importante en la lucha contra la enfermedad.
El otro gran obstáculo es el económico, ya que la investigación oncológica "cuesta mucho dinero". El científico del CIC de Salamanca es claro al respecto: "Esa es una de las grandes limitaciones que tenemos actualmente en la investigación en general y también en la investigación de cáncer". Y concluye con una afirmación contundente: "Con más financiación podríamos avanzar mucho más rápido".
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