La Estación de Avisos Agrícolas del Bierzo ha recomendado a los agricultores de la comarca que protejan sus plantaciones de perales y castaños de los daños causados por el insecto barrenador de la madera, cuyo nombre científico es Xyleborus dispar. Las hembras de Xyleborus salen a finales de invierno, cuando las temperaturas diurnas alcanzan unos 20 grados, por lo que los técnicos señalan que ahora es el momento de instalar trampas para el control de esta plaga.

Al respecto, pueden utilizarse trampas cebadas con alcohol, que deben colocarse antes del inicio del período de dispersión de las hembras, que vuelan en busca de una nueva planta huésped para excavar una galería donde llevar a cabo la puesta. Las trampas constan de una botella de plástico rellena de alcohol diluido al 50 por ciento, que actúa como atrayente, y con orificios que permiten que el alcohol se evapore. En el exterior de la botella se colocan placas engomadas o colas que atrapan a los insectos. Según los técnicos de la Estación de Avisos, ocho trampas por hectárea son suficientes para reducir los daños a niveles económicamente aceptables.

Este sistema puede utilizarse tanto en plantaciones de perales como de castaños, aunque en plantaciones con ataques muy generalizados, es necesario adoptar medidas que favorezcan un mayor vigor de los árboles. Si el foco afecta a pocos árboles, la recomendación para los agricultores es que intenten sanearlos durante el invierno, eliminando las ramas afectadas, retirándolas y quemándolas, algo fundamental ya que sólo el fuego puede alcanzar y destruir los insectos que se encuentran profundamente escondidos en sus galerías.

CONFUSIÓN CON EL FUEGO BACTERIANO

Este insecto polífago, lo que quiere decir ataca a varias especies vegetales, produce daños que en ocasiones se confunden con ataques de fuego bacteriano, como pudriciones de la madera y necrosis de las ramas atacadas. En principio las hojas marchitas permanecen sobre las ramas afectadas, lo que refuerza la apariencia de un ataque de fuego bacteriano, aunque en ataques más antiguos, las hojas finalmente caen y la madera queda totalmente ennegrecida.

Además, es muy común que el insecto ataque a árboles ya afectados por esta dolencia, de manera que se pueden dar los dos problemas simultáneamente en el mismo árbol. Al respecto, los técnicos señalaron que el coleóptero ataca a los árboles más débiles, pero no necesariamente enfermos, aunque su presencia suele ir acompañada de infecciones fúngicas que aparecen después. La acción conjunta de los insectos y las afecciones por hongos afectan a los árboles y llegan incluso a matarlos.