La memoria del Alto Sil (León) revive en pastuezo: Ovidio García inmortaliza Matalavilla en su nueva obra
El autor de Matalavilla gana el XI Concurso 'Concha de Lama' con un libro que rinde homenaje a la lengua y a las raíces del Alto Sil
Matalavilla (León)
Ponferrada - Publicado el
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En un momento en que las lenguas minoritarias y las hablas tradicionales luchan por sobrevivir, Ovidio García Fernández (Matalavilla, 1958) se alza como un apasionado defensor de su lengua natal: el pastuezo, variante occidental del asturleonés. Con su obra 'Toponimia de Matalavilla', recientemente publicada por el Club Xeitu y galardonada con el XI Concurso de Recogida de Toponimia 'Concha de Lama', Ovidio rescata del olvido la memoria lingüística, cultural y emocional de su pueblo.
Su libro no es solo un inventario de nombres antiguos, sino un verdadero acto de amor hacia su tierra y su gente, hacia una forma de hablar que unía a los vecinos y daba sentido al paisaje.
La lengua como raíz de pertenencia
García Fernández defiende la lengua como un lazo de identidad colectiva, un vínculo que otorga unidad, orgullo y sentido de pertenencia. Para él, el pastuezo no es un simple dialecto, sino la expresión viva de un modo de entender el mundo.
“Una lengua es la manera en que un pueblo se mira a sí mismo —explica Ovidio—, y si la perdemos, perdemos también nuestra memoria”.
Homenaje a los guardianes del saber rural
La obra es también un tributo a los mayores, los guardianes del saber rural que mantuvieron vivas las palabras que nombraban cada rincón del valle. Ovidio les dedica su trabajo con gratitud y emoción, convencido de que “sin ellos, sin sus voces, no habría memoria posible”.
Su inspiración proviene en gran parte de su padre, Martín García, minero del Valle de Laciana y reputado picador, que le enseñó desde niño a recitar de carrerilla los nombres de los montes, caminos y fuentes que hoy conforman el alma del libro.
Tres siglos de historia en trescientas palabras
En sus páginas se reúnen alrededor de trescientos topónimos que conforman un verdadero mapa emocional: la fuente del Buchí Buchí, la presa de Tardicuende, las Tsinares de la Proída, la Cuesta de Salsipuedes, el Arrimadero del Acebín o la Pena de los Melandres, entre muchos otros.
“Estos nombres no tendrían sentido alguno si no fuera en pastuezo, la lengua que los alumbró”, recuerda su autor.
El alma de Matalavilla, escrita en su lengua
Lugares como el Corón, el Sardonal, las Tsinares de Per Álvarez, la Rebecera, el Calecho Viecho o el Vache Valdiliegua se revisten de emoción y se convierten en los protagonistas silenciosos de una obra que huele a raíces, a tierra húmeda y a palabras antiguas.
Con una prosa limpia y una mirada cargada de ternura, Ovidio García Fernández logra que el lector camine por los senderos de Matalavilla, comprendiendo que la toponimia también es una forma de resistencia y de afirmación cultural.
Un legado para el futuro
'Toponimia de Matalavilla' no es solo un libro de nombres; es un testimonio de amor y de justicia hacia la memoria colectiva del Alto Sil. Porque, como concluye su autor, “Mientras haya alguien que pronuncie estas palabras, Matalavilla seguirá viva”.
Sobre la colaboradora de COPE: Silvia Rodríguez
Silvia Rodríguez es colaboradora de COPE Bierzo desde el 24 de junio de 2019. La podréis leer y escuchar los lunes en la sección de opinión bajo el título ‘Silvia en COPE Bierzo’ y los fines de semana en ‘Con otra perspectiva’, disponibles en Cope.es/Bierzo.
Licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Salamanca, Silvia decidió estudiar esta carrera por su pasión por la lengua y la literatura. Disfruta leyendo, escribiendo y escuchando buena música. Además, es feliz trabajando en equipo y cree firmemente que “estamos aquí para ayudar y hacer felices a los demás”.
Silvia también es socia fundadora del Banco de Alimentos del Sil y colabora con esta ONG que realiza una labor destacada en la comarca. Enamorada de la enseñanza, es profesora de inglés, lengua y literatura en la Academia Corcal. Se define como una persona vital, alegre, optimista y con gran sentido del humor. Además, realizó el prólogo del libro ‘Chuma. El Valle del Silencio’ del escritor Miguel Velasco Nevado.
Silvia Rodríguez Álvarez, colaboradora de COPE