El juicio por la agresión a Olegario Ramón queda visto para sentencia con dos versiones enfrentadas
La fiscalía mantiene la motivación política y pide hasta cinco años de cárcel, mientras la defensa del acusado principal alega que fue un 'acto reflejo'

Ponferrada - Publicado el - Actualizado
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El juicio contra los dos acusados por la agresión y amenazas a Olegario Ramón, presidente del Consejo Comarcal del Bierzo, ha quedado visto para sentencia en la Audiencia Provincial de León. Los hechos ocurrieron durante una manifestación contra la Ley de Amnistía frente a la sede del PSOE en Ponferrada el pasado 11 de abril. Las posturas de las partes se mantienen sin cambios tras la celebración de la vista oral.
La Fiscalía mantiene la petición de cinco años de prisión para F.P.C. por un presunto delito de atentado contra la autoridad con agravante de discriminación y lesiones, y dos años para J.A.P.A. por amenazas. Además, solicita una multa conjunta de 2.500 euros por lesiones y daños morales. Para la acusación, los hechos tuvieron una clara motivación política.
Una agresión con trasfondo político
El ministerio fiscal considera que la versión de Olegario Ramón es “coherente” y se ve respaldada por los vídeos aportados a la causa. El abogado de la acusación particular afirmó que "no fue un altercado fruto del azar" y que el agresor propinó patadas al político "aderezado con una serie de insultos contra él, no contra el PSOE". Esto, argumenta, demuestra que conocían su identidad y cargo. "No se le atacó como individuo sino como máximo representante del PSOE en el Ayuntamiento de Ponferrada", señaló.
Sustituir la palabra por el puño, el debate por la patada y la razón por el miedo"
Por su parte, el letrado que representa al PSOE en la causa reclamó la aplicación del agravante de discriminación ideológica, insistiendo en que lo ocurrido fue un intento de "sustituir la palabra por el puño, el debate por la patada y la razón por el miedo".
El relato de la víctima
Olegario Ramón testificó que se disponía a grabar con su teléfono móvil a un manifestante cuando el principal acusado apareció de forma repentina. "No vi al acusado. Apareció súbitamente. Me tiró el móvil y me dio varias patadas", declaró. Según su relato, también recibió insultos como ""asesino, como tu jefe, me chupas la polla"". El político socialista afirmó que todo sucedió sin que él pronunciara "ni una sola palabra".
Yo soy una víctima y aquí parece que soy el agresor"
presidente del Consejo Comarcal del Bierzo
Versiones totalmente opuestas
La versión de los acusados es radicalmente distinta. El principal implicado, F.P.C., negó la agresión y afirmó: "Él es el que fue a agredirme". Explicó que vio el móvil "delante de los ojos" y su "reacción natural fue darle un manotazo". Sobre las patadas, aseguró que fueron al dispositivo para que no se rompiera. En su turno de última palabra, insistió: "Yo soy una víctima y aquí parece que soy el agresor. En los vídeos no se ve ninguna patada".
La defensa sostiene que no existe el agravante por discriminación, aludiendo a "versiones contradictorias", y define la acción como un "acto reflejo" de defensa. "Ni quiso lesionar al señor Olegario ni mucho menos por sus ideas", esgrimió el letrado. El testimonio de la forense, sin embargo, ratificó una "contusión y herida en la pierna" de Ramón, que precisó de drenaje de un hematoma.
Por su parte, el acusado de amenazas, J.A.P.A., las negó y aseguró que los gritos eran contra el Gobierno y la amnistía, como "PSOE ladrón, ni obrero ni español". "He trabajado toda la vida de seguridad y no es mi estilo amenazar", afirmó.
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