“Caridad de difuntos”: el ritual que une a un pueblo frente a la muerte

En Matalavilla (León), la tradición ancestral de repartir pan, vino y oraciones mantiene vivo el recuerdo de los que se fueron, uniendo al clan en un emotivo acto de fe y memoria

Redacción COPE Bierzo

Ponferrada - Publicado el

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La muerte, parte de la vida, antaño no se ocultaba, tal y como sucede hoy en día en nuestra sociedad. Muy al contrario, se exhibía con naturalidad, precisamente por ser intrínseca a la vida, se consideraba al final de un ciclo. Así el óbito se hacía partícipe mediante el consabido toque de campanas. Además de todos los elementos que formaban parte de ese ritual de paso, digno de mención es la denominada ‘Caridad de difuntos’

Ceremonial perfectamente organizado en dos actos, con el que se compartía el dolor por la pérdida de un integrante de la comunidad, en esa colectividad cuyos lazos estaban fuertemente entrelazados, formando todos sus miembros un “clan”, una gran familia en la que imperaba un férreo sistema de parentesco

El reparto de la Caridad   

Finalizado el entierro, previo aviso de un familiar directo, se comunicaba casa por casa a todos sus moradores el horario de la Caridad. Una vez congregados en la residencia del difunto se repartía entre los asistentes por “requidura” (por orden de lista establecido) un cuartillo de vino y un bollo de pan de 1/2 Kg.  Además del vino, si se trataba de la Segunda parte, que se hacía coincidir con el “cabo de año”

 El rito y la oración  

La persona que recogía la Caridad pronunciaba en medio de un silencio atronador una frase ritual, cual mantra  “Dios lo haya perdonado”.  Frase que encerraba el profundo sentido religioso del acto. Al terminar la entrega de estos “obsequios” a los allí presentes, era el “rezador” el que protagonizaba la ceremonia, desgranando con una fe inusitada las oraciones y el rezo del rosario, pidiendo por las almas de todos los difuntos.

Una tradición que perdura  

Esta costumbre ancestral todavía se practica de forma sistemática por todos los difuntos, en el pueblo de Matalavilla, en el Valle de Laciana, perteneciente al Ayuntamiento de Palacios del Sil. Hábito probablemente de origen Celta, al igual que la braña de Zaramedo.

Es sin duda un ritual sorprendente, mezcla de elementos mágicos, religiosos y teóricos en esa unión del clan ante el dolor. Curiosamente, esta práctica podemos encontrarla en algunos pueblecitos de Irlanda y el norte de las Islas Británicas, en la actualidad.

Sobre la colaboradora de COPE: Silvia Rodríguez      

Silvia Rodríguez es colaboradora de COPE Bierzo desde el 24 de junio de 2019. La podréis leer y escuchar los lunes en la sección de opinión bajo el título ‘Silvia en COPE Bierzo’ y los fines de semana en ‘Con otra perspectiva’, disponibles en Cope.es/Bierzo.

Licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Salamanca, Silvia decidió estudiar esta carrera por su pasión por la lengua y la literatura. Disfruta leyendo, escribiendo y escuchando buena música. Además, es feliz trabajando en equipo y cree firmemente que “estamos aquí para ayudar y hacer felices a los demás”.

Silvia también es socia fundadora del Banco de Alimentos del Sil y colabora con esta ONG que realiza una labor destacada en la comarca. Enamorada de la enseñanza, es profesora de inglés, lengua y literatura en la Academia Corcal. Se define como una persona vital, alegre, optimista y con gran sentido del humor. Además, realizó el prólogo del libro ‘Chuma. El Valle del Silencio’ del escritor Miguel Velasco Nevado.