El Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) ha conseguido realizar más de 10.000 angioplastias desde 2005 en que se implantó esta técnica, según informaron hoy fuentes del Complejo Asistencial de Burgos. Se trata de una intervención mínimamente invasiva que se emplea para diagnosticar y tratar a pacientes con enfermedad coronaria grave, provocada por el estrechamiento de las arterias.

A través de una arteria periférica (la arteria radial, en la muñeca), se accede a la aorta, de donde nacen las arterias coronarias, se inyecta un contraste y, mediante rayos X, se detectan las lesiones. Con la información que se obtiene en esa intervención diagnóstica, los mismos especialistas toman las decisiones para realizar la intervención terapéutica, que consiste en la implantación, también empleando un catéter, de una prótesis endovascular. Esa prótesis (stent) tiene una morfología similar a la arteria y su función, una vez desplegada en su interior, es desplazar la materia que provoca el estrechamiento.

Tras la intervención, que puede durar entre 30 minutos y una hora, el paciente permanece ingresado 24 horas y requiere de un doble tratamiento antiagregante para inhibir las plaquetas. El equipo que realiza las angioplastias en el HUBU, tanto las programadas como las urgentes, está compuesto por tres cardiólogos y cinco enfermeras, disponibles en turnos de 24 horas para dar respuesta al Código Infarto, que cubre una población de unos 450.000 habitantes entre Burgos, Soria y norte de Palencia.