El primer enfermo de la historia estaba en Burgos: una niña que cambió lo que sabemos sobre el cuidado en la prehistoria

Arsuaga pone en valor en el Museo de la Evolución Humana el caso único de una menor que sobrevivió gracias a la compasión de su grupo hace 500.000 años

Raúl González

Burgos - Publicado el - Actualizado

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Juan Luis Arsuaga, director científico del Museo de la Evolución Humana, ha puesto palabras a uno de los descubrimientos más humanos —y sorprendentes— que se hicieron en Atapuerca y que se pueden contemplar este verano en el Museo de la Evolución Humana (MEH): el caso del primer enfermo de la historia, o más bien, de la primera enferma. Se trata de una niña que vivió hace más de 500.000 años y que presenta la primera evidencia fósil conocida de una enfermedad no traumática en la evolución humana. “Aquí tenemos el primer enfermo de la historia”, ha afirmado Arsuaga con contundencia.

El hallazgo es doblemente excepcional. Primero, por su antigüedad. Y segundo, porque la menor sobrevivió durante años con una patología que, en condiciones normales, habría provocado su muerte temprana. Su supervivencia indica que fue cuidada, protegida y atendida por su grupo. Y eso, dice Arsuaga, cambia muchas cosas

Ricardo Ordóñez

Presentación de la nueva programación del Museo de la Evolución Humana

¿Cuál era su enfermedad?  

La niña presentaba un cierre prematuro de una sutura craneal, un defecto que hoy en día puede corregirse con cirugía, pero que en el Pleistoceno implicaba una vida de sufrimiento. El cierre anormal del cráneo provocó presión intracraneal, un desarrollo asimétrico del cráneo y, muy probablemente, fuertes dolores de cabeza, trastornos del comportamiento y un aspecto físico muy poco común.

Este caso descubierto en 2001 —ahora parte de una nueva exposición en el MEH— representa algo más que una patología aislada: es la primera prueba de compasión y cuidado a largo plazo en la historia de la humanidad. Y, por tanto, un ejemplo de que la empatía ya existía mucho antes de lo que se creía.

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El primer enfermo de la historia estaba en Burgos: Benjamina en Atapuerca

“En todo el registro fósil humano, desde los primeros homínidos hasta casi el Neolítico, no encontramos enfermedades no traumáticas. No porque no existieran, sino porque la gente se moría antes de mostrar síntomas”, explica Arsuaga. 

Una exposición única para celebrar los 15 años del MEH  

Este hallazgo forma parte de la nueva muestra titulada "Sueños rotos", que el MEH ha inaugurado coincidiendo con su 15º aniversario. La exposición gira en torno a tres individuos preadolescentes hallados en la Sima de los Huesos, todos ellos fallecidos antes de alcanzar la pubertad.

“La preadolescencia es la edad de los sueños”, afirma Arsuaga. “Es cuando uno empieza a imaginar su vida futura, y por eso esta exposición tiene también algo de homenaje literario, a ‘Peter Pan’, a ‘La isla del tesoro’…”, añade.

Los tres fósiles que se presentan en la muestra son clave para estudiar cómo se desarrollaba la infancia en la evolución humana. En concreto, aportan pistas sobre cuándo apareció la pubertad tal y como la entendemos hoy, con ese “estirón” que marca el paso de la niñez a la adolescencia. 

El MEH, una década y media como faro de la evolución humana  

El Museo de la Evolución Humana celebra este mes su quince aniversario consolidado como uno de los grandes referentes científicos y culturales del país. En estos años ha recibido millones de visitas y ha servido como vitrina internacional de los descubrimientos en Atapuerca, entre ellos algunos de los fósiles más antiguos de Europa.

“Todo esto es apasionante para los que nos dedicamos a la evolución humana. Pero debería serlo también para cualquiera que se pregunte de dónde venimos”, concluye Arsuaga.

Una completa programación veraniega

El Museo de la Evolución Humana no solo conmemora sus 15 años de historia con emoción, sino también con una ambiciosa programación cultural y científica pensada para todos los públicos. Este verano, el MEH se renueva por dentro y por fuera: estrena imagen, logotipo y una sorprendente novedad editorial.

El museo lanza una revista cultural y científica donde colaboran voces de primer nivel como Lorenzo Silva, Pedro Piqueras, Juan Luis Cano o el propio Juan Luis Arsuaga, director científico del MEH. En sus páginas reflexionan sobre la evolución, la ciencia, la divulgación y la cultura, consolidando al museo como un referente en el pensamiento contemporáneo.

Entre las propuestas destacan conciertos, teatro, cine, charlas y exposiciones. El próximo 23 de julio, el grupo burgalés Merino ofrecerá un concierto acústico muy especial para celebrar este aniversario. También habrá encuentros con escritores como César Pérez Gellida o Pilar Adón, que presentarán sus últimas obras.

La exposición ‘Sueños rotos’, protagonizada por el esqueleto de Benjamina, se complementa con charlas en las que participan investigadoras del equipo de Atapuerca, acercando al público la dimensión humana y científica de este hallazgo.

Este verano el MEH también se convierte en foro de ideas con la primera edición de “It’s time to think”, un ciclo de pensamiento crítico que contará en su estreno con Orestes Barbero, popular por su paso por Pasapalabra. Una propuesta para quienes buscan algo más que ocio.

Y, como cada verano, los más pequeños volverán a ser protagonistas con 161 talleres de ciencia, tecnología, juegos y realidad virtual. Una programación diseñada para aprender, descubrir y divertirse en familia.