El pleno del ayuntamiento de Burgos ha celebrado el Debate sobre el Estado de la Ciudad que se ha estructurado en cinco bloques temáticos y en el que, paradójicamente, no ha habido debate, sino una sucesión de discursos diseñados por cada interviniente con anterioridad en los que los diferentes grupos municipales han lanzado los mensajes que querían lanzar tanto a los ciudadanos como al resto de formaciones.

El primero en tomar la palabra, desde un atril instalado para la ocasión con una foto de los reyes de España, Felipe VI y Letizia Ortiz a sus espaldas, ha sido el alcalde, Daniel de la Rosa, quien ha invitado a los diferentes grupos políticos que forman parte del Ayuntamiento de la capital (PSOE, Partido Popular, Ciudadanos, Vox y Podemos) a dejar a un lado la bronca partidista que impregna la política en la actualidad.

Un debate que llega tras el primer año de gestión del PSOE en minoría al frente del Gobierno de la ciudad en el que ha tendido, según el propio alcalde más aciertos que errores.

Siguiendo el argumento de la necesidad de consenso, De la Rosa ha anunciado que a partir del próximo jueves, 1 de octubre, retomará el contacto con todos los grupos políticos representados en el ayuntamiento burgalés para alcanzar una serie de acuerdos durante los próximos tres meses.

En esta línea, exigió a todas las formaciones políticas representadas en la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), incluido el PSOE, que alcancen un nuevo acuerdo “ya” y “rápido” con el Gobierno para permitir a los ayuntamientos poder hacer uso de los remanentes de tesorería y abordar una amplia modificación presupuestaria para poder ejecutar “a tiempo” todas las partidas pudiendo incumplir la regla de gasto.

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Estos acuerdos se centrarían en de convertir a la ciudad en el “principal centro logístico del norte del país y de desarrollo económico gracias a la colaboración institucional”, así como desarrollar el Corredor Central, y para que Burgos sea reconocida como Capital de la Salud de España para “promover e impulsar la captación de la mayor parte de los congresos del sector sanitario. También adelantó que Burgos presentará “en breve” su candidatura para la obtención del Premio Capital Verde Europea de 2023 y que se está trabajando para preparar la candidatura a la Capital Cultural Europea en el año 2031”.

Un discurso que los la oposición ha calificado de ‘buenista’ y vacío de contenido. De hecho, desde el PP, Carolina Blasco, le han echado en cara que pida diálogo y luego no dialogue. “Burgos es una ciudad peor hoy que cuando usted llegó al poder”, le ha reprochado la popular.

Ciudanos y VOX han tirado de la iconografía religiosa. El líder de la formación naranja en el ayuntamiento y futuro socio de gobierno del PSOE a tenor de las últimas reuniones que ambas formaciones han mantenido, le ha comparado con “un cura, joven y progre que señala a los demás el camino del bien”.

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Por su parte, Ángel Martín, portavoz de VOX, ha ido más arriba y ha comparado la intervención del alcalde a la de ”un arcángel salvador de la ciudad.

La portavoz de Podemos, Margarita Arroyo, ha reprochado al alcalde y a su formación, el PSOE, que estén más pendientes de repartir sillones con Cs, en referencia a las negociaciones que ultiman ambas formaciones para que Ciudadanos entre a formar parte de un gobierno bipartito, que en desarrollar las políticas de izquierdas.

Valoraciones y reproches aparte, el PP ha vuelto a tender la mano al alcalde para que no “se equivoque de socio” y se apoye en pactos concretos en los votos del PP. Por su parte, Marañón, quien se ha mostrado favorable a llegar a acuerdos con el Equipo de Gobierno, ha centrado su mensaje en “la necesidad de modernizar un ayuntamiento anclado en el pasado que hace imposible modernizar la ciudad”.

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