Greenpeace pide refugios climáticos en Burgos ante veranos más largos y calurosos

Solo Valladolid cuenta con una red activa de refugios climáticos en Castilla y León

Raúl González

Termómetro en Burgos capital

Agencia EFE

Publicado el

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Greenpeace y Alianza por el Clima Burgos recomiendan la puesta en marcha de medidas para proteger a los ciudadanos de las olas de calor, cada vez más habituales, tras detectar que la ciudad carece de refugios climáticos frente al calor extremo, y adolece de una falta de planificación urbana ante el cambio climático.

La organización ecologista publicó la semana pasada el informe Ciudades al rojo vivo. Refugios climáticos y desprotección frente al calor extremo en España que muestra que solo Valladolid cuenta con una red activa de refugios climáticos en Castilla y León, ha indicado en nota de prensa.

Burgos aparece como una de las capitales del norte peninsular que, históricamente adaptadas al frío, no están preparadas para el cambio climático y no han incorporado medidas de adaptación en sus políticas urbanas, una realidad que preocupa a las organizaciones ecologistas.

Raúl González

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Greenpeace y Alianza por el Clima recuerdan que los veranos en Burgos son cada vez más calurosos y prolongados, pese a lo cual ni se ha habilitado una red de refugios climáticos ni existe información sobre alternativas accesibles, ni planificación urbana frente al calor extremo, "lo que sitúa a la población en una situación de clara vulnerabilidad".

Proponen crear refugios gratuitos

El informe de la organización ecologista incluye recomendaciones básicas para paliar ese déficit, entre las que se encuentran habilitar refugios climáticos gratuitos, seguros, accesibles y con información clara, y desarrollar planes municipales de adaptación al calor con presupuestos asignados.

Hotel en Burgos capital

También aplicar soluciones basadas en la naturaleza como parques, sombras y vegetación urbana; rehabilitar viviendas y barrios vulnerables para reducir el impacto térmico; y sensibilizar a la ciudadanía sobre los riesgos del calor y las alternativas disponibles.

Greenpeace recuerda que las olas de calor en España han causado cerca de 10.000 muertes en los últimos tres veranos, y su frecuencia se incrementa cada década.

Los refugios climáticos son una medida de adaptación rápida, efectiva y de bajo coste, y pueden ser espacios públicos climatizados, como bibliotecas, centros cívicos, instalaciones deportivas o zonas verdes con sombra, bancos y fuentes, siempre que estén disponibles de forma gratuita, accesible y con horarios ampliados, especialmente durante episodios de alerta por calor extremo.