El obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, ha realizado un llamamiento a las administraciones y las empresas privadas para que trabajen de forma conjunta en saldar “la deuda histórica” que existe con Ávila. En su homilía del día de San Segundo en la catedral del Salvador, el prelado ha lamentado que “existe un olvido histórico que ha de ser reparado”, poniendo de relieve “la desigualdad territorial innegable” que sufre la provincia. Gil Tamayo ha insistido en que si después de esta crisis hay oportunidades, Ávila “no puede quedar olvidada”.

El obispo de Ávila ha pedido que se olviden las diferencias políticas, subrayando la importancia de “la cohesión social y política”.

José María Gil Tamayo ha insistido en que “no podemos permitirnos rencillas de corral que no tienen sentido ante la emergencia que estamos viviendo”.

Ha sido una homilía en la que el obispo de Ávila no ha querido olvidar “a los miles de enfermos abulenses” que han sufrido o están sufriendo el Coronavirus, especialmente ha tenido palabras para las ocho personas que en estos momentos permanecen en la Unidad de Cuidados Intensivos de Ávila.

También ha recordado el prelado a todos aquellos que nos han abandonado como consecuencia de la pandemia, así como a sus familiares.

Recordamos que los actos litúrgicos de San Segundo se han trasladado a esta jornada de lunes, al coincidir ayer con el V Domingo de Pascua, puesto que los domingos de Adviento, de Cuaresma y de Pascua tienen precedencia sobre todas las fiestas y solemnidades. De manera que, cuando una fiesta coincide con alguno de estos domingos, ha de trasladarse al lunes siguiente según establece la Santa Sede.