Más de una hora de ruta para un instituto a 10 minutos: la paciencia al límite de las familias de Montearagón y Lucillos
Denuncian que un solo autobús para varias rutas ha dejado a menores de hasta 12 años esperando solos antes y después del instituto
Toledo - Publicado el
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Padres de alumnos de Lucillos y Montearagón que estudian en el IES de Cebolla (Toledo) han vuelto a denunciar la precaria situación del transporte escolar. La optimización de las rutas obliga a los estudiantes, algunos de solo 12 años, a pasar largas esperas antes y después de la jornada lectiva. El problema, que ya se repitió el curso pasado, se debe a que un único autobús realiza varios trayectos, lo que provoca que estos alumnos sean los primeros en llegar y los últimos en irse.
Media hora de espera a la intemperie
La jornada para estos jóvenes comienza temprano. El autobús los recoge sobre las 7:25 de la mañana y los deja en el instituto cerca de las 8:00, a pesar de que las clases no empiezan hasta las 8:20. Esta situación obliga a los menores a esperar en la calle, expuestos al frío y la lluvia durante casi media hora. Como relata Patricia, una de las madres afectadas, durante las primeras semanas "no había ningún responsable vigilándolos".
Gracias a la insistencia de las familias, han conseguido soluciones parciales. Por un lado, el director del centro les ha cedido la biblioteca para que no esperen a la intemperie. Por otro, la Junta ha asignado a una persona para que los vigile, aunque los padres denuncian incidentes como que "el otro día la persona que estaba con ellos se dejó a 3 niños en el parque", lo que aumenta su preocupación.
Un regreso a casa que se demora una hora
La situación no mejora por la tarde. Las clases finalizan a las 14:20, pero el autobús de vuelta no llega hasta las 15:00. Esto supone otra larga espera de 40 minutos en el centro. Como consecuencia, un trayecto que debería durar apenas diez minutos se alarga y los alumnos llegan a sus casas a las 15:30, comiendo finalmente pasadas las cuatro de la tarde, lo que dificulta enormemente la conciliación familiar.
El origen del problema, según explican los padres, es que "el autobús se dobla". Es decir, el mismo vehículo que recoge a los alumnos de Lucillos y Montearagón se desplaza para cubrir la ruta de Malpica, cuyos alumnos también se ven afectados al llegar con el tiempo justo al instituto. "Antes había dos rutas, ¿ahora por qué no?", se preguntan las familias.
Te dejo un menor a las 7 y media, y tú me lo devuelves a las 3 y media, y tú me le tienes que tener cuidado""
Reclamaciones sin respuesta y recortes
Ante la falta de soluciones, los padres han presentado entre 17 y 20 reclamaciones formales ante la delegación de Educación en Toledo el pasado 10 de octubre. Sin embargo, un mes después, la única respuesta que han obtenido es "que ya nos contestarían". Por su parte, el Ayuntamiento de Lucillos ha comunicado que no tiene competencias en el asunto.
No tiene por qué estar entre media hora y 40 minutos por ahí, ni con nadie que le esté vigilando ni nada""
Las familias atribuyen la situación a los recortes en el servicio. "El año pasado recortaron, y este año hemos dicho que no, que esto se tiene que arreglar", afirma Patricia. Aseguran que no pararán hasta conseguir una solución definitiva y recuerdan que otros pueblos con problemas similares, como El Real de San Vicente, sí la han obtenido. Su exigencia es clara: que los niños salgan de clase, suban al autobús y lleguen a casa, sin esperas innecesarias que comprometan su bienestar y seguridad.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.