La Fundación Secretariado Gitano ha presentado esta mañana en Talavera ‘El pupitre gitano’, una nueva campaña para luchar contra la discriminación que sufren los niños y niñas gitanas, en este caso, en el entorno educativo.

Se trata de un pupitre de madera que está mal hecho, en el que los bolígrafos se caen, la tapa no se puede levantar y el asiento resbala.

Pretende ser un símil de las barreras con las que se encuentran los pequeños de etnia gitana cuando van al colegio

Es un pupitre perfectamente imperfecto, nos cuentan desde la Fundación Secretariado Gitano “donde puedes tomar asiento pero no acomodarte”.

El acto se ha llevado a cabo en el Punto de Encuentro y Cultura “El Salvador” al que han asistido la concejala de Protección Social y Reducción de la desigualdad, Nuria Sánchez, el concejal de Educación de Calidad y Deporte en Igualdad, Sergio Gutiérrez, y miembros de la Corporación Municipal.

Esta campaña consiste en “vivir la incomodidad de sentarse en dicho asiento y conocer las barreras que tiene que superar el alumnado gitano”. Es necesario “visibilizar esos problemas de los que la sociedad no es consciente y culpa de ellos a la propia comunidad gitana”.

Así, desde Secretariado Gitano apuntan que seis de cada 10 niñas y niños gitanos “abandonan los estudios antes de terminar la Secundaria” y piden que en España se garantice el derecho a una educación de calidad para estos jóvenes.

Influyen muchos factores en el abandono de los estudios: la falta de referentes, los estereotipos o prejuicios o la falta de expectativas.

Igualmente, reclaman una reforma de la actual Ley Educativa que promueva una educación inclusiva que atienda de forma específica la situación del alumnado gitano, así como un plan de choque contra el fracaso escolar y se pongan en marcha medidas para prevenir y revertir la segregación escolar.

Ellos quieren estudiar y que se les mire “como uno más”

“Quiero seguir estudiando y quiero hacer la carrera de pastelera”, dice una niña, mientras que otro asegura que “me gustaría ser de mayor policía”. Otra de las niñas entrevistadas manifiesta que “quiero ser enfermera” y otra más dice “me encantaría ser abogada para defender a la gente, si hacen bien o si hacen mal”