El puente colgado de Azuqueca de Henares es, junto con la Fábrica de Luz de las Lagunas de Ruidera en Ciudad Real y la Ermita de San Isidro en la localidad toledada de La Guardia, uno de los tres elementos de Castilla-La Mancha que han sido incluidos en la Lista Roja de Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra.

El puente azudense, del que apenas quedan unas cuantas tablas de madera en buen estado, fue construido por Valeriano Madrazo Escalera, V Marqués del Valle de la Colina, en 1879 con el objetivo de que los trabajadores de la finca pudieran cruzar el río y desarrollar así labores agrícolas y actividades cinegéticas como la caza o la pesca, con lo cual cabe pensar que la construcción de un puente propio eximiera el marqués del pago de impuestos por el paso del río.

Las inclemencias del tiempo de los últimos años y el completo abandono han acelerado su deterioro y el crecimiento descontrolado de un árbol cercano amenaza la estabilidad de los tensores sobre los que se sujeta su estructura. Las dos torres de ladrillo sobre las que se asienta el puente prácticamente han desaparecido por amenazar ruina o por haber sido engullidas por la maleza y la estructura de ladrillo que hace de jamba de acceso al puente, que sustenta los hitos conmemorativos y que cierra el puente mediante una reja, está a punto de venirse abajo. Por no hablar de que los hitos con inscripciones han sido objeto de vandalismo en numerosas ocasiones encontrándose actualmente cubiertos en parte por graffitis.

Por si todo esto fuera poco, tras la venta de los terrenos colindantes, la empresa propietaria decidió hacer suyo el camino de servidumbre levantando una alambrada e impidiendo el total acceso al puente. Aunque dicha alambrada ha sido retranqueada, los tractores de la empresa agrícola realizaron varias pasadas por encima de la torre que hace de tensor de los cables de acero para nivelar el terreno para el tránsito de maquinaria agrícola pesada, contribuyendo enormemente al deterioro y desaparición de la estructura. Por este motivo, se ha intentado infructuosamente mediar entre el ayuntamiento y el propietario y nunca se ha llegado a una expropiación forzosani a una obligación por parte del propietario a mantener el mismo.

En la orilla contraria del río sigue existiendo la 'casa de la máquina' donde se generaría electricidad mediante una noria propulsada por agua que llegaría al motor del puente a través de un tendido eléctrico que, al mismo tiempo, reabastecería el palacete de la finca. A día de hoy se conservan las dos piedras que reseñan la creación del puente por Valeriano Madrazo Escalera en el siglo XIX y otra con la fecha de su remodelación en el siglo XX.

El puente colgado de Azuqueca de Henares está construido con tablas de madera sobre tensores del siglo XIX, en estilo Art Nouveau realizado en forja, con dos torres de asentamiento en ladrillo hoy ya casi desaparecidas. Uno de los cuerpos de sustentación albergaría el motor eléctrico con el que se levaría el puente mediante la tracción de dos cables, para el paso de embarcaciones de mayor envergadura que transitaban el río Henares cuando llevaba pleno caudal.

Pero además, se encuentra enclavado dentro de la finca Acequilla en Azuqueca de Henares, coincidente con el trazado de la calzada romana de Complutum a Emérita Augusta, de la que se tienen registros desde época medieval y en cuyos terrenos se han datado hasta cinco yacimientos arqueológicos de distinta cronología.