El CEO de Alcarria Flora, Juan José De Lope Nuevo, ha pasado por los micrófonos de Herrera en COPE Guadalajara en un día en el que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha viajado a Bruselas para mantener reuniones de trabajo sobre diferentes cuestiones estratégicas que afectan a la región, entre ellas la situación e intereses del sector de la lavanda ante el cambio de normativa que prepara la Unión Europea.

Una visita de la que, según De Lope, los productores se han enterado por la prensa, "no por las asociaciones que hay en torno a la lavanda ni por el señor Page; han ido a defender los intereses sin contar con nosotros".

"Es muy bueno que nos defiendan", ha reconocido, pero aclarando que "los productores y los distintos agricultores deberían estar un poco informados y las asociaciones que los representan que vean las necesidades, porque una cosa es lo que un político pueda negociar y otra cosa es lo que un agricultor puede necesitar".

En cualquier caso, sobre el cambio en la normativa comunitaria que afecta a los aceites esenciales, entre ellos de lavanda y lavandín, el productor alcarreño ha insistido en que estas plantas aromáticas "no son ningún producto nocivo para la salud, ni son tóxicos, ni mucho menos", explicando que "Europa nos quería considerar en un etiquetado que no nos corresponde y, de momento, gracias a las asociaciones de productores, junto con las distintas administraciones tanto españolas como de otros países, se ha frenado todo esto".

Lo que es cierto es que la nueva normativa de la UE pondría en jaque al cultivo de la lavanda en un momento en el que, tal como ha asegurado el CEO de Alcarria Flora, su sector está sufriendo "una crisis post-Covid, en la que los productores nos vemos desamparados y no encontramos ninguna solución por parte de la industria, desde el punto de vista agrícola, ni de las administraciones".

"Si esto no cambia, en los próximos años, los cultivos se puedan reducir en un 300 por ciento, que es lo que se ha reducido el precio de la lavanda", ha augurado, basándose en que actualmente los insumos, los costes de producción, ya están "un 10 ó un 15 por ciento" por encima del beneficio que tiene el cultivo, y todo ello "aun contando las distintas ayudas que recibimos por parte de las administraciones, tanto la PAC a nivel europeo, como la ayuda agroambiental a nivel regional, que es muy buena para los agricultores".

"Tenemos unos gastos de entre 1.000 y 1.200 euros y unos ingresos en torno a 800 ó 900", ha apuntado De Lope demostrando así que a los agricultores y profesionales de la lavanda no les salen las cuentas.

Por eso, el CEO de Alcarria Flora ha considerado que la necesidad inmediata para su sector "es una ayuda abajo, al agricultor; que se hagan políticas para que el cultivo no desaparezca".

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En este sentido, ha reclamado a las administraciones medidas urgentes, "bien una corta en verde o intentar que haya un precio mínimo del aceite esencial que al menos cubra los gastos que tiene un agricultor", porque lo que tiene muy claro Juan José De Lope es que "si el agricultor no gana dinero con las flores, las flores van a menos y si no hay flores, al final, el turismo tiende a morir, a acabarse".

Un pronóstico que daría al traste con la actual bonanza de la producción de la lavanda en nuestra provincia. De hecho, con más de 4.000 hectáreas, Guadalajara es la provincia de Castilla-La Mancha y de España con más superficie cultivada.

Pero además, "la producción en Guadalajara puede ser un 60 por ciento de la producción de Castilla-La Mancha y a lo mejor un 40 por ciento de la producción a nivel nacional, pero si hablamos a nivel mundial puede que lleguemos a un 2 por ciento", ha indicado Juan José De Lope, subrayando con orgullo que "para otras Comunidades y otras provincias somos un referente".