A partir de mañana la luz subirá, se empezará a aplicar un IVA del 21 por ciento en toda la factura de la luz, cuando ahora estábamos pagando solo un 10 por ciento. Una subida de un 11 por ciento más que supondrá en el bolsillo del consumidor cerca de 8 euros más al mes.

En su momento, a raíz de la guerra de Ucrania, los precios subieron entre un 15 y un 17 por ciento mensuales y fue entonces cuando el Gobierno de España tomo una serie de medidas, como rebajar el IVA en los productos alimenticios y otra fue incidir en el IVA de suministros tanto eléctrico como el gas. Sin embargo, esto tenía una fecha de caducidad que es ahora y otra condición que sería cuando el precio del megavatio hora cayese por debajo de los 45 euros.

Desde la Unión de Consumidores de Cantabria aseguran que la culpa de esta subida no es de las compañías eléctricas" Iberdrola ha ganado en este año 4800 millones de beneficios, por eso la subida del IVA no es para mantener el nivel de las empresas sino porque el estado se ha metido en muchos gastos y de algún sitio lo tiene que sacar", explica a COPE, Enrique Solís de la OCU.

La subida del IVA subirá para todo el mundo por igual y no se espera que vuelva a bajar por el momento, aunque las empresas eléctricas ya han realizado alguna que otra bajada "hemos detectado que el precio del kilovatio ha bajado un poco. Pero claro, si te bajan la base imponible, pero el tipo del IVA es del 21%, va a ver una subida sustancial en la factura eléctrica", asegura Solís.

Sin embargo, no solo vamos a ver en nuestra factura una subida en el IVA, sino también hay un segundo impuesto eléctrico que también irá poco a poco en aumento. Se trata del IEE( impuesto sobre la electricidad), un tributo que grava el coste de fabricar electricidad y que también repercutirá en nuestros bolsillos y se paga independientemente de que consumamos energía o no. "Este impuesto está fijado por ley y ahora se sitúa en el 2.5% y ascenderá al 5,11%. Se aplica sobre dos conceptos, la potencia contratada y la energía consumida".

Desde la OCU explican que como consumidores podremos hacer poco o nada, ya que se trata de un tipo impositivo y una decisión gubernamental. En definitiva, aproximadamente la factura de la luz podrá pasar de costarnos 420 a 600 euros anualmente.