La historia secreta del mural del Palacio de Festivales: así nació la danza de colores que enamora a Cantabria

Las figuras danzantes de la Sala María Blanchard siguen cautivando tres décadas después. Su autora, Susana Reberdito, revela en COPE cómo nació esta obra que baila con la historia del palacio

Cristina Jimeno

Santander - Publicado el

3 min lectura

Si alguna vez has pasado por la Sala María Blanchard, la que muchos siguen llamando Sala Griega del Palacio de Festivales Cantabria, probablemente te hayas detenido un momento ante esas figuras humanas que parecen moverse al ritmo de una música invisible y que envuelven todo el escenario.

Se trata de una obra  realizada por la pintora Susana Sáez-Díez Reberdito, artista nacida en San Sebastián en 1962, pero muy vinculada a Cantabria desde su juventud. Fue aquí donde estudió, ganó varios concursos de pintura y donde su arte empezó a dialogar con el paisaje y la luz del norte.

Cuando en los años noventa se convocó el concurso público para decorar los interiores del palacio, Susana no lo dudó. El edificio fue diseñado por el arquitecto Francisco Javier Sáenz de Oiza, ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1993.

El movimiento como esencia  

El propio Sáenz de Oiza, recuerda Susana, tenía claro que el arte debía formar parte viva del edificio, que no fuera “algo ajeno”, sino una extensión natural de lo que allí iba a ocurrir: el arte en movimiento.

“Él quería que quedara representado algo que tuviera que ver con lo que iba a pasar en el edificio, que no fuera algo ajeno, sino que tuviera relación con lo que ocurría allí —explica la artista—. Entonces pensé en esa idea del movimiento, que sugiriera danza, alegría, color…”

Así nació su mural, de más de 28 metros de longitud, de la sala inspirada en un teatro clásico. Es una de las más utilizadas diariamente, de hecho aquí se realizan las ruedas de prensa de los artistas que posteriormente actuarán en las salas Argenta o Pereda. Destaca el graderío en forma de anfiteatro clásico y por supuesto el espectacular friso de las ninfas que decora las mamparas correderas, del foso de la orquesta de la Sala Argenta. 

Mural de la artista Susana Reberdito

El orgullo de permanecer  

Más de treinta años después, aquella obra sigue ahí, intacta y viva, acompañando conciertos, óperas y eventos de toda índole. Para Susana Reberdito, sigue siendo un motivo de orgullo y de emoción.

“Me emociona mucho —confiesa— porque me recuerda a aquella época de juventud en la que uno está lleno de planes y se atreve a todo. Luego ver que sigue ahí… hombre, habrá a quien le guste y a quien no, pero el hecho es que sigue allí.”

En ese “sigue allí” hay toda una declaración de amor al arte y al tiempo. La pintura, al fin y al cabo, también envejece con la ciudad, se hace parte de su historia y de sus rincones más queridos

De Cantabria al mundo

Aunque hoy vive y trabaja en Alemania, donde continúa desarrollando su carrera con exposiciones internacionales, Cantabria sigue muy presente en su obra y en su vida. El mar, la luz del norte y la memoria de sus primeros pasos como artista están siempre de fondo.

Y precisamente, hace tan solo unos días, su mural volvió a ser protagonista: la Sala Griega del Palacio de Festivales fue el escenario elegido para la emisión nacional de nuestro programa “Herrera en COPE”.

Una cita que volvió a poner en primer plano esa danza de colores que, tres décadas después, sigue llenando de vida y movimiento, uno de los espacios más emblemáticos de la región.