El curioso plan de los miles de ingleses que han llegado a Cantabria por la Europa League: "Todo el día..."

Santander vive estos días una estampa poco habitual: miles de aficionados británicos, con camisetas del Manchester United y del Tottenham, llenan las calles, las terrazas y los hoteles de la ciudad. Han venido por la final de la Europa League, que se juega este miércoles en Bilbao, pero muchos han elegido Cantabria como campamento base. ¿El motivo? Fácil: vuelos más baratos, buena conexión por carretera… y una ciudad perfecta para vivir la previa a su manera.

Martin ha venido desde Londres con su hijo pequeño y un amigo. Está encantado. “Es muy bonito, muy tranquilo… y la cerveza está bien”, bromea. Su plan es claro: “Todo el día bebiendo, comiendo… y mañana, fútbol”. Como él, hay miles. Se calcula que unos 3.000 hinchas han aterrizado en Santander, aunque muchos más han llegado por carretera o vía ferry.

El Seve Ballesteros, a pleno rendimiento  

El aeropuerto Seve Ballesteros está siendo el punto neurálgico. Solo en la jornada del partido acogerá 48 vuelos especiales: 32 chárters del United y 16 de aviación privada. Además, se mantienen los vuelos regulares con Londres, Manchester o Dublín. Por primera vez en su historia, el aeropuerto ha abierto durante la noche.

“Es un reto, pero estamos preparados”, ha dicho su director, Miguel Ángel Salgado, que confirma que se ha reforzado el personal en todos los servicios, desde bomberos hasta control de pasaportes. En total, se ha aumentado la capacidad de control a 600 pasajeros por hora, un 66% más de lo habitual.

Seguridad reforzada y vuelta organizada  

Las autoridades han activado un dispositivo especial de seguridad. Policía Nacional, Guardia Civil, Gobierno de Cantabria y AENA vigilan especialmente el aeropuerto, las estaciones, los hoteles y las zonas de ocio. Desde la Delegación del Gobierno reconocen que ha habido algún incidente menor, pero todo se ha resuelto sin complicaciones.

También se ha reforzado el servicio de autobuses entre Santander y Bilbao. El objetivo es evitar colapsos en la vuelta, cuando miles de hinchas regresen tras el partido. La llegada ha sido escalonada, pero la vuelta promete ser más intensa.

Ambiente británico en cada rincón  

Algunos aficionados reconocen que ni siquiera tienen entrada. Han venido a disfrutar del ambiente, a ver el partido en una pantalla y a vivirlo con los suyos. “Aunque no entremos, lo importante es estar aquí. Es una final europea”, explican dos hinchas del Tottenham que comparten alojamiento con otros cinco amigos.

Para los equipos, el partido puede significar mucho: un título europeo… y una plaza para la próxima Champions. Pero para los aficionados, el recuerdo ya está hecho. La mezcla entre mar, cerveza y fútbol les ha convencido. Y Santander, con su hospitalidad tranquila, se ha convertido por unos días en la sede no oficial de la final.

Por eso, aunque el balón ruede en San Mamés, parte de la final se juega aquí: entre pinchos, acentos británicos y un ambiente que pocas veces se ha visto en la ciudad. Aquí, donde el plan es tan simple como efectivo: “beber, comer… y mañana, fútbol”.