Belén Ceballos, alcaldesa de Los Tojos: "Hay que controlar el lobo, como algún día habrá que controlar al oso porque es un peligro"
Defiende la gestión del Gobierno de Cantabria frente a los continuos ataques que sufre el ganado en Cantabria
Santander - Publicado el
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La alcaldesa de Los Tojos, Belén Ceballos, ha recibido con muchísima alegría la decisión del Juzgado de Instrucción número 3 de Santander de rechazar las medidas cautelares solicitadas por PACMA para frenar el cupo de extracción de lobos en Cantabria. Para la regidora, la noticia supone un aval a la gestión de la Consejería y una victoria para el sector ganadero. Ceballos se ha mostrado feliz y contenta por la consejera María Jesús Susinos y el director general Ángel Serdio, de quienes asegura que no lo están pasando nada bien.
Aquí no hay ningún lobo ni Caperucita Roja, aquí lo que hay son muchos lobos que están matando todos los días a los animales"
Alcaldesa de Los Tojos
Ceballos ha sido contundente al criticar lo que considera una tontería ideológica en torno a la figura del lobo. Según la alcaldesa, es necesario abandonar los debates superficiales y centrarse en la realidad que viven los ganaderos. "Aquí no hay ningún lobo ni Caperucita Roja, aquí lo que hay son muchos lobos que están matando todos los días a los animales", ha sentenciado. Por ello, insiste en que se debe controlar el lobo, al igual que otras especies, amparándose en el Plan de Gestión del Lobo ya existente.
Ataques diarios y el futuro del oso
La alcaldesa ha subrayado que los ataques no son un debate, sino una realidad palpable en municipios como el suyo, que cuenta con 39 explotaciones ganaderas. Para ilustrarlo, ha compartido un caso reciente: "Esta mañana un ganadero de Renedo me ha enviado una foto de su poni. Tenía tres en el prado, pegado al pueblo de Renedo de Cabuérniga, y en tres días, los tres", ha explicado, calificando a los ponis como piruletas para los lobos.
Algún día habrá que controlar el oso, porque el oso es un peligro"
Alcaldesa de Los Tojos
Mirando al futuro, Belén Ceballos ha advertido que la gestión de la fauna salvaje no se detiene en el lobo y ha señalado a otra especie. "Algún día habrá que controlar el oso, porque el oso es un peligro", ha afirmado, mencionando que en zonas como Liébana "ya está dando algún susto". La alcaldesa ha hecho un llamamiento a "dejarnos de ideologías, de animalistas, ambientalistas... y centrarnos en lo que verdaderamente importa", pidiendo que se deje trabajar al Gobierno de Cantabria "de la mano del ganadero".
Un sector ganadero en crisis
Más allá del lobo, la alcaldesa ha repasado la difícil situación que atraviesa el sector primario. "El sector lleva ya muchos años con muchos problemas, y últimamente vamos de enfermedad en enfermedad", ha lamentado. Tras la enfermedad hemorrágica, que provocó la muerte de "muchas vacas", la nueva amenaza es la dermatosis nodular, una enfermedad que califica de "gravísima" porque supone la aplicación de vacíos sanitarios.
Esta situación evoca el recuerdo de lo ocurrido "hace 15 o 18 años", cuando los camiones se llevaban todo el ganado de las naves por una sola vaca enferma. Por este motivo, Ceballos ha defendido las medidas estrictas adoptadas por la consejera Susinos, considerando que "ha tomado las decisiones correctas" para evitar que la dermatosis nodular entre en una sola explotación de Cantabria.
La gestión del monte como prevención
Belén Ceballos también ha destacado el trabajo de prevención de incendios que se realiza en su municipio. Los Tojos lleva dos años aplicando quemas controladas en colaboración con los ganaderos para mantener los pastos y reducir el riesgo. "Nosotros no necesitamos que haya incendios", ha afirmado, aunque recuerda el gran susto de "hace 5 años, que por poco se me quema Bárcena Mayor", un suceso que requirió la intervención de la UME.
La alcaldesa ha defendido la necesidad de cuidar y limpiar el monte, comparándolo con un jardín. Ha criticado la filosofía del "no me toques nada", argumentando que el abandono de prácticas tradicionales como el pastoreo de cabras y ovejas ha perjudicado el estado de los montes. "Si se mantiene como hacían nuestros abuelos, pues no ocurriría lo que ocurre", ha concluido, defendiendo los desbroces y las quemas prescritas para mantener un monte sano.
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