Agentes de pesca: "Me intentaron clavar una navaja, me lanzaron una roca y sólo pagaron 150 euros"

Hace un año, Pedro Inestrillas, fue arrollado por un coche solo por ejercer bien su trabajo. Todo ocurrió en el puerto de Laredo, cuando un pescador al que llamó la atención, porque estaba realizando una marisquería ilegal, le empotró contra otro vehículo. Algo que le provocó lesiones con traumatismos en el brazo derecho, contusiones en el hombre y hematomas por todo el cuerpo.

Pedro es un agente de pesca, cuya principal labor es la inspección y vigilancia de todo el tema del marisquero, principalmente en la bahía y en la costa. Su labor comienza cuando la pesca se descarga en el Puerto hasta llegar al consumidor final. "Hacemos el control de descarga, transporte y vigilancia, así como controlamos que en el supermercado y centros de distribución este todo bien y que no engañen al consumidor".

Los mayores problemas, reconoce Pedro, se producen en verano e invierno. "En verano la problemática ocurre con los percebes, el marisqueo en las zonas de la bahía, hay muchos más furtivos. Y en invierno la situación es muy parecida".

Respecto a lo ocurrido, según Pedro, este tip de situaciones se producen muy frecuentemente. Normalmente, son amenazas verbales; sin embargo, en los últimos tiempos muchos han llegado a las manos. Ya sé donde vives, ya te buscaré, ya te mandaré a alguien a que te dé una paliza,… estas son algunas de las frases que Pedro ha tenido que escuchar. Pero lo más preocupante son las amenazas que llegan al plano corporal. "En una ocasión me rajaron con un cuchillo e incluso intentaron clavármelo, y en otra de las ocasiones me lanzaron una roca".

El gran problema que existe son las sanciones que se imponen, ya que como las agresiones no son un delito penal, el juzgado a lo único que les condena es a pagar 150 euros. Según Pedro, es muy difícil evitarlo, "cada ve la gente se viene más arriba y como sabe que las condenas son irrisorias, las agresiones avanzan cada vez más. En principio eran verbales y ahora se echan más para delante, la gente se está volviendo cada vez más agresiva".

En este caso del que hablamos las cosas han sido diferentes. El juzgado número 3 de Santander se ha condenado a este hombre a dos años de cárcel y a pagar 5000 euros por responsabilidad civil a Pedro Inestrillas, una sentencia que se espera que sirva como ejemplo para otros.