sanidad

Los trabajadores del Hospital Universitario estallan ante las altas temperaturas en algunas plantas: “Esto es un horno, trabajamos a 35 grados”

Varios pacientes de plantas como la de oncología o pediatría también han mostrado su malestar y exigen soluciones

Guillermo García

Tenerife - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Canarias lleva ya más de una semana soportando la ola de calor más larga de este verano. Temperaturas que han rozado los 40 grados en algunas zonas, calima intensa, niebla de advección, son algunas de las consecuencias meteorológicas que nos ha dejado esta ola, que por lo menos, se extenderá hasta el próximo fin de semana. Y algunos de los colectivos que más sufren las consecuencias del calor, son, por un lado, las personas mayores, muchas de ellas internadas en residencias, y por otro los pacientes ingresados en algunos hospitales del Servicio Canario de Salud.

Y como casi siempre, el Hospital Universitario de Canarias en Tenerife vuelve a estar en el disparadero. Una instalación vetusta, con 52 años de antigüedad, cuyas carencias son infinitas. Un hospital que parece condenado a dar un servicio indigno a los habitantes del norte de la isla de Tenerife, y a los de La Palma. En los últimos días, y en el contexto de la mencionada ola de calor, varias han sido las denuncias de usuarios del hospital, por la falta de una climatización adecuada, y por el calor, con temperaturas de más de 30 grados que están sufriendo algunos de esos pacientes ingresados.

quejas en la planta de pediatría

Es el caso de Fran, padre de un niño ingresado en la planta de pediatría. Su testimonio no deja lugar a la duda. En sus redes sociales, ha denunciado que “es inhumano lo que están viviendo los niños en dicha planta con la ola de calor, ya que no hay aire acondicionado porque lleva averiado varios meses, y no lo han arreglado”, añadiendo que “los niños en las habitaciones lo están pasando mal, mi hijo es dependiente y ahora mismo no se puede mover de la cama porque está operado recientemente de la espalda, y ni siquiera puedo sentarlo en su carro para poder airearlo un poco se pasa el día entero en cama.”

La planta de oncología con temperaturas de 35 grados y sol

Pero más indignante, es lo que ocurre en la planta de oncología. Situada en el décimo piso -el último del edificio- soporta la entrada del sol todo el día, y dentro de las habitaciones se han llegado a registrar temperaturas de hasta 35 grados, tal y como ha confirmado en Herrera en COPE Tenerife, la delegada del sindicato Intersindical Canaria en el HUC, Cati Darias. La raíz del problema está más que diagnosticada. La antigüedad -una vez más- y la falta de potencia de una instalación eléctrica que está al límite de su capacidad, impiden contar con un sistema de climatización más potente, tal y como, ya el verano pasado, explicaba en COPE, el entonces gerente, hoy director del Servicio Canario de Salud, Adasat Goya. La única solución integral al problema pasaría por la construcción de un nuevo hospital en otro edificio.

No hay preocupación por los derechos de los trabajadores ni de los pacientes"

Cati Darias

Delegada de Intersindical Canarias en el HUC

"dejadez absoluta y abandono de pacientes y profesionales"

Así las cosas, la representante sindical acusaba a la consejería y la gerencia del hospital de “dejadez absoluta”, y de “falta de preocupación por los derechos de los pacientes y de los trabajadores”, porque, "esto es un horno, y la legislación de prevención de riegos laborales determina que las condiciones termohidrométricas en los centros de trabajo deben ser inferiores a 27 grados”.

Darias explica que los sindicatos propusieron a la gerencia la adquisición de una serie de climatizadores conocidos coloquialmente como pingüinos, “para lo que ni siquiera habría que convocar un concurso público, porque no alcanzaría las cantidades requeridas legalmente”, pero lo único que se encontraron es “un abandono, una absoluta dejadez”.

Hospital Universitario de Canarias

En cuanto a la situación concreta de la planta de oncología, con la que hay tener un especial cuidado y sensibilidad, recordó que “estamos hablando de pacientes que como consecuencia de la quimioterapia están inmunodeprimidos, y no se les puede poner un ventilador normal, que lo único que hace es mover todas las bacterias y microorganismos que puede haber en el aire”, por lo que es imperativo, “que puedan contar con estos pingüinos avanzados que cuentan con filtros, que a la vez, limpian el ambiente”.

La realidad es que una vez más el Hospital Universitario está en el foco por un nuevo problema que condiciona el día a día de pacientes y trabajadores. Para hoy miércoles está prevista una reunión de los sindicatos con la gerencia del hospital, aunque la antigüedad de este edificio obsoleto, hace muy difícil, encontrar una solución.