sanidad
La Inteligencia Artificial podría tener la llave para descongestionar los centros de salud en Canarias
Una médico residente de Tenerife premiada en un congreso nacional, ha creado una herramienta de IA que filtra información de guías clínicas para agilizar la toma de decisiones y permitir al personal sanitario dedicar más tiempo al paciente
Tenerife - Publicado el
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La aplicación de la inteligencia artificial en el ámbito sanitario promete transformar la manera en que los profesionales de la salud afrontan su día a día. Un ejemplo destacado de esta revolución silenciosa es el trabajo de Liliet Odalys Méndez, una médico residente de segundo año de Medicina Familiar y Comunitaria en la unidad docente de Tenerife. Su proyecto, un asistente clínico basado en IA, ha sido recientemente galardonado con el premio a la mejor experiencia docente en el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), un evento que congregó a un millar de especialistas para compartir conocimientos y experiencias.
El proyecto premiado, bautizado como 'resy a p 3 60: un asistente clínico docente', es un chatbot educativo diseñado específicamente para los residentes de medicina familiar. La herramienta, desarrollada sobre la plataforma de ChatGPT, busca optimizar el trabajo de los médicos en la atención primaria y facilitar el acceso rápido y fiable a la información, un recurso crucial en un entorno a menudo sobrecargado. La iniciativa de Méndez demuestra cómo la tecnología puede convertirse en una aliada fundamental para mejorar la calidad asistencial.
Inteligencia artificial
El origen de la idea: “Estaba sobrecargada”
La inspiración para crear este asistente surgió de la propia experiencia de la doctora Méndez durante su primer año de residencia. “Estaba como un poco sobrecargada, con tantas guardias y estudios”, ha explicado en una entrevista en el programa 'Herrera en COPE Tenerife'. Fue entonces cuando descubrió el potencial de las herramientas de inteligencia artificial y se planteó una pregunta clave: “¿Cómo podemos hacer para que los residentes y los médicos de atención primaria podamos sacarle mayor partido, y sobre todo usarla sin miedo?”.
El principal temor entre los profesionales, según ha detallado, es la fiabilidad de la información que proporcionan estos sistemas. Por ello, su objetivo fue claro desde el principio: crear una herramienta que garantizara que todas las respuestas estuvieran “basada en las guías y en la evidencia actual”. El planteamiento inicial fue, por tanto, una respuesta directa a un problema real: “Aquí estamos colapsados, tenemos un buen lío. Vamos a ver cómo la inteligencia artificial puede ayudarnos a solucionar el problema”.
Un ChatGPT ‘entrenado’ para médicos
Para dar forma a su asistente, Méndez ha utilizado un GPT personalizado. El proceso ha consistido en 'entrenar' al modelo de lenguaje con instrucciones específicas para que actúe como un médico de familia. “Le subo las guías clínicas actualizadas y le doy las páginas donde yo quiero que saque la que filtre la información”, ha detallado. De esta manera, el sistema se convierte en un potente filtro que asegura que “todo lo que nos responda, pues está avalado por la evidencia científica actual”.
Sin embargo, la propia creadora ha subrayado una clave fundamental en el uso de esta tecnología: no reemplaza el juicio clínico. “Siempre hay que tener en cuenta que todo lo que nos respondan estos modelos de inteligencia artificial, pues hay que revisarlo como médicos con rigor y validarlo”, ha insistido. La IA es una herramienta de apoyo, un copiloto, pero el profesional sanitario sigue siendo quien toma la decisión final, garantizando la seguridad y el bienestar del paciente en todo momento.
Más tiempo para lo esencial: el paciente
Las consecuencias prácticas de implementar un asistente como 'resy a p 3 60' son significativas, especialmente en lo que respecta a la gestión del tiempo. Anteriormente, resolver dudas clínicas durante una guardia implicaba consultar varios libros o navegar por distintas páginas científicas en internet, un proceso que consumía un tiempo valioso. “Digamos que teníamos que hacer una búsqueda que nos llevaba bastante tiempo”, ha comentado Méndez.
Ahora, la situación ha cambiado radicalmente. “Con un clic tenemos la información más centralizada y digamos que la respuesta no la tenemos en segundos, lo que antes nos llevaba bastante tiempo, ahora la tenemos prácticamente en menos de un minuto”, ha afirmado la residente. La principal ventaja es, por tanto, una drástica reducción de los tiempos de consulta de información. Este ahorro se traduce directamente en una mejora de la atención, ya que permite a los médicos disponer de más minutos para lo que consideran el pilar de su trabajo.
Vamos a reducir mucho los tiempos, lo que nos permitira mejorar el servicio al paciente"
Médico residente de Tenerife autora del trabajo premiado
La doctora Méndez lo resume de forma clara: el tiempo ganado es para los pacientes. “Son tiempos que vamos a poder dedicar a nuestros pacientes, que realmente es la esencia de nuestra especialidad”, ha manifestado. Esta optimización no solo mejora la eficiencia, sino que refuerza la dimensión humana de la medicina, permitiendo una interacción más profunda y sosegada entre el médico y la persona a la que atiende.
Para la médico residente, no hay duda de que la inteligencia artificial ya está cambiando la profesión médica. Aunque reconoce que “quizás no a gran escala todavía y en las islas nos queda mucho por hacer”, su impacto es innegable. En su opinión, la IA “va a reducir los tiempos, nos va a ayudar en los diagnósticos, vamos a poder estar más tiempos con los pacientes, nos va a ayudar también en la toma de decisiones, en el análisis de imágenes, por ejemplo, en radiología, en dermatología”.
Bien utilizada, con rigor y con ética, la IA sí que va a cambiar mucho la medicina"
Médico residente de Tenerife autora del trabajo premiado
Méndez ha insistido en que hay dos claves innegociables para que esta tecnología despliegue todo su potencial de forma positiva: el rigor y la ética. “La medicina o el arte de ejercer la medicina, yo creo que pasa también por la ética, es algo que está en nuestro código de valores, y me parece fundamental”, ha señalado. La existencia de barreras o miedos entre algunos profesionales está precisamente ligada a estas cuestiones. Por ello, propone “empezar a probar, a experimentar y a formarnos en ella” para fomentar un uso responsable y seguro que despeje cualquier duda.
La acogida de su proyecto en el congreso nacional ha sido una prueba de que el sector está abierto a la innovación. “Tuve un feedback muy positivo por profesionales ya muy experimentados”, ha compartido con satisfacción. Este respaldo de colegas con una larga trayectoria no solo valida su trabajo, sino que también señala un cambio de mentalidad en la profesión, que ve en la inteligencia artificial una oportunidad para fortalecer la medicina familiar y comunitaria y, en definitiva, mejorar la vida de los pacientes.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.