La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha condenado la devolución a Mauritania de malienses llegados de manera irregular a las islas Canarias a bordo de una patera o un cayuco, según ha apuntado la entidad en un comunicado.

En este sentido, entendido que la aplicación de un convenio firmado entre España y Mauritania en 2003 está sirviendo de "amparo" al Ministerio del Interior para proceder a la devolución, en más de una ocasión, de personas de Malí al país mauritano.

Al respecto, CAER ha recordado que para poder aplicar este convenio y ejecutar la expulsión, la administración española debe acreditar que las personas afectadas durante su tránsito migratorio pasaron en algún momento por Mauritania, información que se suele obtener en las declaraciones de las personas al llegar al país o en las entrevistas que realizan desde Frontex.

Asimismo, la Comisión, que puso de manifiesto la situación de inseguridad y conflicto que vive Malí, ha dicho que si bien es cierto que España no está procediendo a expulsar a ciudadanos malienses a su país, "el hecho de que Mauritania sí lo esté haciendo con los repatriados desde territorio español compromete la seguridad de estas personas al ser devueltos a un país en conflicto".

"Entendemos que las personas, en ningún caso, deben ser expulsadas o devueltas a situaciones donde su vida o su libertad estén bajo amenaza. Y, aunque hayan tenido la oportunidad de solicitar protección internacional y no lo hayan hecho, no se puede poner sus vidas en riesgo con una deportación a un país tercero a sabiendas de que su destino final será un país en conflicto", concluyó CEAR.