Cinco claves para la salida de Garrido del Tenerife

Los días de José Miguel Garrido en el CD Tenerife no están ni mucho menos contados. De hecho, el proceso para que su salida de la entidad blanquiazul sea efectiva será muy largo. Siempre que los accionistas de referencia quieran de verdad cambiar el panorama. Algunas claves pueden ayudar a entender el asunto:

1. Para empezar, el sindicado de acciones lo condiciona todo. Miguel Concepción, Amid Achi y Conrado González ligaron su futuro al de Garrido cuando firmaron el acuerdo antes del relevo de diciembre de 2022. No han trascendido todos los términos del mismo, pero sí algunos detalles significativos. Romper el vínculo obligaría al que lo haga a abonar un millón de euros. Mientras, el voto de los cuatro firmantes va ligado. Esto deja sin margen de maniobra a los accionistas extrasindicato.

2. El poder de Rayco García ha crecido exponencialmente en el último año y medio hasta convertirse en el segundo con más títulos accionariales. Pero ni siquiera uniéndose a Juan Pelayo, empresario de prestigio que no quiso acceder al sindicato, pondría en duda el poder de Garrido. Eso sí, García es la alternativa. Todavía sin dar un paso así lo reconocen todos los actores de este proceso.

3. Las discrepancias surgieron desde el primer momento. Amid Achi ya expresó en la junta de accionistas en la que se ejecutó el relevo en el consejo de administración que el sindicato podía durar “cuatro años o cuatro meses”. Lo dijo en Cope Tenerife. En varios momentos han amagado los socios de Garrido con apartar al máximo accionista. Pero la realidad va en sentido opuesto. La ampliación de capital, cerrada con éxito en el mes de marzo, consolidó su posición de poder. De hecho, el ahora encausado en el caso Nummaria sostiene que controla más del 50% de las acciones del CD Tenerife.

4. El poder político, clave en la salvación del club en 2006, ha dado la espalda al proceso de venta y a la evolución posterior hasta hace unos días. Fue en Deportes Cope Tenerife donde Rosa Dávila, presidenta del Cabildo, expresó su opinión por primera vez. “Lo que pase en la SAD afecta también a la sociedad tinerfeña. Me gustaría que las decisiones se tomaran de forma colegiada y, si fuera posible, que quien esté al frente del club sea alguien que sienta los colores de nuestra isla”, dijo entonces.

5. El entorno, entendiendo como tal a los medios de comunicación y a la afición blanquiazul, ha reaccionado de forma dispar. Durante los primeros meses de la etapa de Garrido al frente del Tenerife pocas fueron las voces que se atrevieron a discrepar. Pero poco a poco, al albur de los malos resultados, la crítica empezó a crecer. Las peñas, por ejemplo, han renunciado estos días a reunirse con el máximo accionista después de conocer su declaración en el caso Nummaria.