Hace prácticamente una década, el Organismo Autónomo de Parques Nacionales, propuso declarar el primer Parque Nacional Marino de España, que estaría situado en La Restinga, en la isla de El Hierro. Este proyecto pretende reactivarse por parte de la Consejería de transición Ecológica y viene avalado por organizaciones internacionales como el Foro Mundial para la Naturaleza. La protección de la zona posibilitaría la conservación de su fauna, paisajes volcánicos y corales.

¿Cuál es el problema que se presenta?

A pesar de que se proteja el medio natural, esta iniciativa choca frontalmente con el estilo de vida de los herreños, que ven en el mar de las calmas su sustento para la pesca y el buceo recreativo.

El presidente del Grupo Parlamentario Popular y diputado herreño, Juan Manuel Casañas, afirma que el rechazo a este Parque Nacional es una opinión generalizada de los que viven en la isla. “Es cierto que los herreños hemos desarrollado nuestro modo de vida conservando la naturaleza, pero tampoco queremos más limitaciones”, explicó.

“Cada vez que nos han hablado de figuras de protección lo acaban pagando los vecinos que ven dificultada cualquier labor básica, al igual que las administraciones”. Cuando se empezó a hablar del Parque Nacional, los propios habitantes, entre los que se incluye Casañas, pensaron que sin limitaciones sería una iniciativa beneficiosa, Sin embargo, con el paso de los años, crece más la sensación de que acabará condicionando a los locales.

Los artículos 6 y 7 de la Ley de Parques Nacionales prohíben taxativamente que se pueda realizar en dicha zona cualquier tipo de actividad recreativa. Para solucionar este embrollo, haría falta una normativa exclusiva de ámbito nacional, amparada en el marco europeo. “Nos preocupa que la pesca profesional también se vea afectada dentro de varios años y sobre todo, en todo lo que influye con el sector de la restauración y del buceo”.

Casañas cree que los intereses por sacar adelante la propuesta vienen de fuera de El Hierro, y que por parte de su partido, han manifestado que no van a apoyarlo. Opinión bien distinta tiene el Gobierno de Canarias que, a través de su presidente, Fernando Clavijo, y su consejero de Transición Ecológica, Mariano Hernández, Zapata, se muestran partidarios de la conservación del entorno.