Fuerteventura celebra a la Virgen de la Peña en una jornada marcada por el intenso calor
El Cabildo suspende la romería y traslada la ofrenda directamente a la plaza del santuario

Felipe Bermúdez nos cuenta la historia de la Virgen de la Peña de Fuerteventura
Tenerife - Publicado el - Actualizado
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Fuerteventura celebra este 19 de septiembre la fiesta insular en honor a su patrona, Nuestra Señora de la Peña. Por la tarde tiene lugar el acto más destacado, la ofrenda en la Vega de Río Palmas, una celebración declarada Bien de Interés Cultural en 2007.
La previsión es que la romería comenzara a las 5 de la tarde desde la localidad hasta el santuario, pero la alerta por altas temperaturas y la prealerta por calima que afecta a la isla ha hecho al Cabildo de Fuerteventura suspenderla y realizar directamente la ofrenda a las 19:00 h en la plaza del santuario. En todo caso, la programación continúa todo el fin de semana, con la misa solemne este sábado presidida por el obispo de Canarias, y la subida de la imagen a su hornacina el domingo.
Las autoridades han pedido a los fieles que eviten caminar en los momentos de mayor calor, por lo que recomiendan realizar la peregrinación en las primeras horas del día. Para este viernes se esperan temperaturas superiores a los 37 grados centígrados, un nivel de riesgo importante.

Ofrenda en la iglesia de la Vega de Rio Palmas con motivo de las Fiestas de Nuestra Señora de la Peña
la patrona más pequeña de canarias
La imagen de la Virgen de la Peña es la talla más antigua de las patronas insulares de Canarias. Mide unos 21 centímetros de alto y está hecha en alabastro. Además, se cree que es la más antigua: su origen se remonta a la llegada de los conquistadores a Fuerteventura en 1402, encabezados por Jean de Béthencourt.
"Estamos hablando de más de 620 años de historia", destaca Felipe Bermúdez, historiador y doctor en Teología, señala en HERRERA EN COPE CANARIAS. "Los conquistadores hicieron una incursión por el río de Palmas, que desembocaba en Ajuy, siguieron río arriba y establecieron dos fortificaciones pequeñas, la de Rico Roque y la de Valtarajal, en lo que hoy es Betancuria; en medio, en el desfiladero de Malpaso, pusieron una capillita de piedra seca y ahí entronizaron a la Virgen", relata.

Peregrinos rumbo a la Vega de Río Palmas (archivo)
¿Qué pasó después? Los aborígenes majoreros, los majos, destruyeron la ermita y "dejaron la imagen de la Virgen desbaratada, tirada por el suelo". Pero, "curiosamente, 30 años más tarde, los franciscanos del convento de Betancuria, el primero de Canarias, encontraron en medio de aquellas piedras a la imagen y la volvieron a poner en la capilla. Ahí comenzó la aparición milagrosa". La imagen estaba en perfecto estado. Pero, por más que intentaban ponerla en su templo originario, volvía a aparecer en el lugar en el que fue hallada, hasta que los fieles entendieron que la Virgen quería quedarse allí y le construyeron el templo que actualmente es el santuario insular.