Ovejas bombero: el pastoreo que ayuda a prevenir incendios en Gran Canaria
La iniciativa del Cabildo y los pastores busca reducir la virulencia de los incendios forestales en zonas estratégicas de la isla

Entrevista a Didac Díaz técnico de prevención y extinción de incendios forestales del Cabildo de Gran Canaria
Gran Canaria - Publicado el
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Los incendios forestales son una de las principales amenazas cada verano en Canarias. Frente a este desafío, Gran Canaria ha apostado por un método innovador y sostenible: las llamadas “ovejas bombero”. Se trata de un proyecto en el que los pastores colaboran con técnicos del Cabildo para dirigir a sus rebaños hacia zonas de riesgo, donde el pastoreo ayuda a reducir la vegetación inflamable que alimentaría las llamas.
Pastoreo con un objetivo doble
La clave de este programa es sencilla: llevar a los animales a pastar en zonas estratégicas para que se alimenten de material vegetal que, en caso de incendio, se convertiría en combustible.
Didac Díaz, técnico de prevención y extinción de incendios forestales del Cabildo de Gran Canaria, ha destacado en Herrera en COPE Gran Canaria que la diferencia con el pastoreo tradicional es clara: “El pastoreo prescrito trabajan juntos los pastores y los técnicos para que los ganados se dirijan a zonas estratégicas. No solo se consiguen objetivos de producción de alimentos, sino también medioambientales y de prevención de incendios.”
El pastoreo prescrito trabajan juntos los pastores y los técnicos para que los ganados se dirijan a zonas estratégicas
Compensaciones para los pastores

Ovejas pastando
El programa incluye también una compensación económica para los pastores. La cuantía varía en función de las zonas en las que pastoreen sus animales. Los técnicos del Cabildo son los encargados de identificar los lugares que requieren mayor atención, como los barrancos, auténticos corredores naturales para la propagación del fuego. “Los cauces de barranco muchas veces están cubiertos de cañaveral, una especie muy inflamable. Nos interesa que se pastoree por ahí porque los incendios se mueven siguiendo esos cauces”, explica Díaz.
Reducir la virulencia, no evitar los incendios
El experto recuerda que este tipo de medidas no eliminan por completo el riesgo de incendio, pero sí disminuyen notablemente su capacidad destructiva. “No es lo mismo tener un cañaveral con llamas de 8 o 15 metros de altura que otro previamente pastoreado, donde las llamas podrían ser de apenas medio metro y, por tanto, más fáciles de extinguir.”
No es lo mismo tener un cañaveral con llamas de 8 o 15 metros de altura que otro previamente pastoreado, donde las llamas podrían ser de apenas medio metro y, por tanto, más fáciles de extinguir
Con este sistema, Gran Canaria demuestra que la tradición ganadera puede convertirse en una aliada clave para la protección del territorio, combinando la sabiduría del campo con la gestión técnica para ganar terreno a los incendios.