Andrés Marino, vicepresidente del Banco de Alimentos de la provincia de Las Palmas, ha asegurado en los micrófonos de COPE Gran Canaria que las cifras de pobreza se han recrudecido con la llegada de la pandemia.

“En enero de 2020 atendíamos a 20.000 personas, mientras en septiembre de 2021 la cifra creció hasta las 38.000”. Datos que se constataban recientemente en el undécimo informe de la pobreza que informaba de que Canarias continúa siendo la segunda comunidad española con peores indicadores.

En Las Palmas de Gran Canaria el Banco de Alimentos cuenta con más de 15.600 beneficiarios. Sin embargo, la situación se está complicando porque a pesar de que la cifra de personas en exclusión crece, el número de entidades que se encargan al reparto de alimentos está disminuyendo. “Ya tenemos constancia de que han cerrado 2 y estamos pendientes de una tercera”, apunta el vicepresidente de la organización.

Andrés Merino indica que la clausura de estos centros se lleva a cabo porque el Ayuntamiento capitalino no autoriza los locales en los que desarrollan la actividad social como aptos. “Esas organizaciones atendían a alrededor de 320 personas”. Personas que tienen que recurrir ahora a la entidad que les queda más cercana y que, en muchas ocasiones, tienen que recurrir al transporte público o a un vehículo para llegar. “Se complica porque estas personas sin recursos económicos muchas veces no pueden pagar la guagua”.

El Banco de Alimentos de Las Palmas colabora actualmente con 71 entidades de reparto en la capital grancanaria e inciden en que trabajan todo lo posible para que los que más lo necesitan no se queden sin un bien básico, la comida. “Ahora tienen que ir más lejos porque los Servicios Sociales no les derivan a esas organizaciones que tenían al lado de casa