Los gimnasios de Gran Canaria han vuelto a abrir sus puertas tras más de 4 semanas cerrados, debido a las restricciones de la Fase 3 en la que se encontraba la isla. Esta situación ha provocado grandes pérdidas en los centros e incertidumbre entre los usuarios.

Laura Capdevila, entrenadora de uno de los centros de entrenamiento que ha vuelto a abrir hoy, ha mostrado su alegría y satisfacción por dejar atrás las clases telemáticas y el entrenamiento en casa, y poder volver de nuevo a la actividad en el gimnasio.

A pesar de volver a abrir, las pérdidas a nivel económico han sido muy grandes para este gimnasio. “Nuestro centro suele cobrar las cuotas a comienzos de mes y muchas personas ante la incertidumbre de saber si iban a poder entrenar, no abonaron la cuota”, explica Laura. Además, aquellas personas que decidieron seguir entrenando, de manera telemática, tuvieron una reducción en la cuota, lo que disminuyó los pocos ingresos que han generado durante este tiempo.

“Estimamos que este segundo cierre nos ha costado unos 5.000 o 6.000€”

Asimismo, la tarea de fidelizar clientes se vuelve más complicada si cabe. “Hay personas a las que les cuesta venir a entrenar y una vez que cierras no vuelven. En cada cierre ha habido pérdida de clientes”, ha dicho la entrenadora.

Ha concluido deseando que se mantenga este nivel 2 o que, en próximas semanas, se pueda bajar al nivel 1 de alerta, lo que supondría para este tipo de negocios una gran noticia.