Pediatras como Luis Ortigosa están alertando acerca del preocupante descenso del número de nacimientos en Canarias en los últimos años. Una tendencia que se está viendo acentuada por la guerra en Ucrania y los efectos de la pandemia.

En el año 2010 se produjeron 20.127 nacimientos en el conjunto de Canarias, pero el año pasado la cifra se redujo a 12.700. Son varias las razones que explican el descenso, entre ellas la crisis económica de 2008 que hizo plantearse a muchos jóvenes si era el momento óptimo para tener a un hijo. Pero el cambio también tiene que ver conque las prioridades han cambiado para la franja de edad que supera los 20 años.

Ahora muchos prefieren estudiar, sacar adelante una carrera profesional, convivir con una persona y, si tienen posibilidades económicas, viajar, entre otras formas de ocio. Motivaciones personales en la búsqueda de la felicidad a través de otro camino, sabedores estas personas de que un hijo es una responsabilidad para toda la vida que requiere de cuidados y apoyo.

De esta manera, cada vez se está retrasando más la edad en la que nos convertimos en padres primerizos. Junto a estos factores, en los últimos dos años hay que sumar la pandemia que, según Ortigosa, ha supuesto “un palo económico y sanitario”, y la guerra en Ucrania, que está haciendo que “la gente se plantee ahora, por responsabilidad, si vale la pena tener un hijo porque la perspectiva a corto y medio plazo, no la ven muy clara”.

Este especialista recuerda que la paternidad no es concebir un hijo durante 9 meses, sino educarlo y esto requiere también una buena cantidad de dinero, recordando los estudios que hablan acerca del coste en los primeros seis meses entre, pediatras, alimentación, medicamentos o guarderías. Ortigosa cree que una de las posibles repercusiones de esta bajada de nacimientos se verá dentro de 30 años, cuando se reduzca el número de sueldos y haya menos dinero para, entre otras cuestiones, pagar las pensiones.