Un pueblo de Asturias renuncia a lanzar petardos por San Juan para proteger a niños y animales

San Juan de la Arena, en Soto del Barco, ha vivido estos días su fiesta grande, la del día que da nombre al pueblo. Sin embargo, y a pesar de la histórica vinculación que ha tenido la noche de San Juan con el fuego, la hoguera y la pirotecnia, la comisión de festejos ha decidido renunciar al lanzamiento de voladores y petardos para conseguir unas fiestas de 'ruido cero' y proteger, así, a las personas sensibles al ruido, a los niños y a los animales.

Y es que, según ha contado en COPE la responsable del albergue municipal de animales de Oviedo, Silvia López, para los perros "supone un cuadro de estrés agudo que, en muchos casos, puede acabar en una parada cardiaca". Ha explicado que, en el albergue ovetense, no han tenido ningún caso mortal, pero "sí que hemos tenido verdaderos ataques de pánico, con los perros mordiendo la jaula y rebotando por las paredes".

Eso en el albergue. En las casas, también es un problema porque los animales tienden a escapar: "Cuando un animal tiene ese cuadro de estrés, intenta correr", explica.

"Siempre que hay voladores o tormentas, que eso es algo que no se puede controlar, las recogidas de animales en Oviedo se multiplican por diez", asegura Silvia, que añade que los animales hacen cosas increíbles "en ese momento de desesperación en el que buscan por dónde salir: acaban trepando dos metros o haciendo un hoyo subterráneo como si fuera Alcatraz, y acaba en un resultado fatal".

Cómo afecta a los niños

Los petardos también pueden ser

: el 2-3% diagnosticados con el trastorno del espectro autista o los que tienen altas capacidades. Son los que desarrollan

En cualquier caso, las fiestas de San Juan de la Arena no consiguieron ser 'ruido cero' porque sí hubo lanzamiento de fuegos artificiales promovido por el Ayuntamiento de Soto del Barco.