Adrián Barbón fue uno de los primeros en enviar un mensaje de apoyo a Pedro Sánchez, cuando el presidente del Gobierno de España, mostró el pasado jueves, de forma sorpresiva, su intención de tomarse cinco días de retiro para meditar su futuro político. El presidente del Principado mostró en su discurso durante el Comité Federal del Partido Socialista Obrero Español, una vehemencia máxima y su total apoyo al secretario general del partido, y líder en retirada, tras la admisión a trámite por el magistrado Juan Carlos Peinado de la causa judicial en la que se ponía en entredicho la forma de actuar de Begoña Sánchez, mujer del presidente del gobierno de España.

Apoyo del socialismo asturiano

El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, se dirigió a todos los militantes "desde el corazón". Barbón quiso mostrar su apoyo a la familia de Pedro Sánchez y dijo que todo lo que está pasando, en los últimos días, va "contra todos los progresistas de España y contra toda la democracia". El presidente asturiano llegó a dirigirse a Pedro Sánchez y su familia, directamente, y dijo que "no están solos. Que tienen todo nuestro cariño, todo nuestro afecto, todo nuestro apoyo. Porque frente a todos aquellos que dicen que en la política no hay cariño ni afectos. Yo digo que merece la pena esa política: la del valor, la del cariño, la de la amistad. Estamos con vosotros", gritó Adrián Barbón, en medio de un clímax de apoyo colectivo en la sede madrileña socialista de la calle Ferraz.

Lágrimas de Gimena Llamedo

En medio del discurso enfervorizado de Adrián Barbón, a favor de Pedro Sánchez y su familia, se pudo ver a la vicepresidente del Gobierno del Principado de Asturias. Gimena Llamedo, con lágrimas en los ojos, rota por la emoción del momento, la vehemencia de su presidente, Adrián Barbón, y el recuerdo para su líder. Pedro Sánchez. Toda una estampa de apoyo personal y emocional, para un Pedro Sánchez que pasó por Asturias el pasado 15 de abril. En esa visita, según confesó posteriormente Adrián Barbón, el presidente Sánchez le confesó que estaba cansado.