Muchas personas dan el último adiós a Ceferino Trabadelo en Oviedo
En primera fila de la Basílica de San Juan un gran amigo suyo: Gabino de Lorenzo

El hijo de Ceferino Trabadelo agredece tanto cariño a su padre
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Quizá sea un tópico decirlo, pero la Basílica de San Juan el Real de Oviedo se ha quedado pequeña para acoger el funeral por el fallecimiento de Ceferino Trabadelo, fundador de la empresa Trasacar. Tras muchos meses luchando contra el cáncer, eso sí, como nos decía su hijo Javier, siempre con positivismo, finalmente la enfermedad pudo con él y fallecía este miércoles, 23 de febrero, a los 80 años.
Muchas han sido las personas que han acudido a dar su último adiós a Ceferino Trabadelo, sobre todo, personas ligadas al mundo de la hostelería y de la alimentación, sectores en los que el fundador de Trasacar tenía muchos amigos y clientes. Personas llegadas desde el País Vasco o Marbella, como José Antonio Arias, hostelero de Marbella, que se encontraba pasando unos días en Taramundi y ha querido despedirse de su amigo, de quien era cliente desde hace 25 años. Arias dice que todo lo que sabe del mundo de la carne se lo ha enseñado Ceferino. Asegura que se le va a echar mucho de menos.
En los primeros bancos de la Basílica se sentaba el ex alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo. Era muy amigo de Ceferino Trabadelo. Ambos habían nacido el mismo día, el día de San Valentín, aunque les separaba un año; el empresario fallecía con 80 años, Gabino de Lorenzo tiene 79 años. Nos conocíamos desde hace muchos años, era una gran persona, un hombre trabajador y serio, emprendedor como yo conocía a nadie, su cabeza estaba llena de ideas que plasmaba en iniciativas empresariales, era un fenómeno, concluye De Lorenzo.
Ceferino Trabadelo era natural de Grandas de Salime, localidad que de la que se fue a los 14 años para emprender su vida. Fue a mediados de los años 80, y después de emprender con varios negocios que no dieron frutos, cuando Ceferino Trabadelo funda Trasacar que, como él mismo decía, era como un hijo más.