Los problemas de la Sanidad asturiana y, en especial, de la atención primaria, han provocado este jueves un duro cruce de acusaciones entre el presidente del Principado, Adrián Barbón, y la presidenta del PP asturiano, Teresa Mallada.

Mallada, ha afirmado que, mientras la sanidad "hace aguas por todos lados", Barbón "echa la culpa" de su gestión a los facultativos, en lo que ha calificado una "política miserable". "¿Le parece digno echar la culpa a los profesionales a los que tanto alabó en la pandemia y enfrentarlos con sus pacientes? ¿cómo ha sido capaz de llegar tan lejos?", ha señalado la líder de los populares, quien ha pedido a Barbón que pida perdón por ello.

Para la presidenta del PP, la situación de la sanidad asturiana es "sumamente preocupante", con problemas que "arrastra desde hace tiempo" pero que la pandemia ha vuelto "insostenibles". Mallada se ha referido a las listas de espera, la falta de personal y las condiciones laborales inferiores a otras comunidades, como algunos de los principales problemas. También ha destacado que hay centros de Atención Primaria "saturados" en los que resulta una "odisea" conseguir atención telefónica.

Barbón, respondía acusando a la portavoz popular de hacer "demagogia" y centrarse solo en lo "negativo" en relación a la sanidad asturiana, un sistema que debe "dar pasos a la normalidad" tras el impacto de la pandemia y donde los pacientes que precisen una asistencia presencial "tienen que recibirla".

Barbón ha admitido que la pandemia "ha afectado" a la gestión de la sanidad y se han detectado problemas en algunos centros de salud que se está analizando "con rigor" para solventarlos. En este sentido, ha señalado que es una "cuestión de lógica" que el sistema sanitario asturiano debe dar pasos "a la normalidad", de modo que "quien necesite asistencia presencial tiene que recibirla"

LLAMAR TREINTA VECES ES INACEPTABLE

Además del PP, también el portavos de Foro, Adrián Pumares, preguntó al presidente por las deficiencias en la Atención Primaria y le instó a no deslizar insinuaciones sobre que eran los médicos quienes se negaban a retomar la atención presencial, porque genera "pérdida de confianza de los pacientes con los profesionales".

Adrián Barbón, reconoció que se han detectado "15 centros" con problemas y asegura que ya están buscando soluciones. "Es inaceptable que haya que llamar treinta veces para una atención y el Gobierno de Asturias tiene que dar una solución en ese sentido", ha indicado el jefe del Ejecutivo, quien también ha puesto en valor el plan de choque aprobado para combatir las listas de espera, que supondrá un coste de 8,2 millones y la realización de 8.000 operaciones, de las que 5.000 se llevarán a cabo en centros privados y concertados.